El zoco

juan lópez cohard

Recónditas explicaciones

Algo se ha muerto en el alma de la política en España. Nadie puede negar que Julio Anguita ha sido uno de los políticos más honestos, consigo mismo, con sus ideas y con los demás, que hemos tenido. En muy poco coincidí con su ideario comunista pero, como bien diría Mairena, el diablo no tiene razón, pero tiene razones y hay que escucharlas. Y Anguita fue un político de razones y programas ante notario. Que la tierra le sea leve.

Y si un amigo se va, otro amigo viene. Que Pedro Moreno Brenes, profesor titular de Derecho del Trabajo en la UMA y un grandísimo jurista, que fue secretario general de los ayuntamientos de Marbella y Álora y posteriormente portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga, haya pedido el reingreso al servicio activo con el fin de ocupar la plaza de secretario general del ayuntamiento de la capital, es una excelente noticia. Tener a Pedro en puesto tan relevante para la ciudad, a más de un acierto, sería un verdadero lujo.

Y seguimos con la pandemia. El desconfinamiento y los arcanos planes del Gobierno para llevarlo a cabo, inducidos por el fantasmal equipo de científicos, siguen presente. Tanto Simón como Illa, confiesan que solo saben que no saben nada a los dos meses de tenernos encerrados. Y, continuamos con las explicaciones que no explican nada. El ministro de Sanidad nos expone las fases para el desconfinamiento al estilo Groucho Marx. Ni él se entera. El vicepresidente,Iglesias, reproduce fielmente el modo comunista de dar explicaciones: "Pregúnteme lo que quiera que yo le contestaré lo que me salga de los cojones". Y se queda tan pancho. Y, encima, además de todo eso, la tan cacareada armonía en el multitudinario gobierno es tan recóndita como las bellezas de Tosca.

Pero todo ese secretismo, tanta falta de explicaciones, la omisión de un programa claro con los criterios expresos que se han de cumplir para el paso de una fase a otra, etc., da lugar irremediablemente a la desconfianza y a sacar conclusiones que en poco benefician al Gobierno. Un Gobierno, por cierto, que junto a sus fans incondicionales, está haciendo creer al pueblo que quienes hacen la más mínima critica a su gestión o le exigen dar explicaciones, son culpables de los contagios y los muertos por el coronavirus y, además, serán los causantes del caos en España por no dejarles las manos libres para hacer y deshacer a su antojo.

¿Por qué Sánchez quiere prorrogar el Estado de Alarma un mes, y no de quince en quince días? Pues no sé si me equivoco, ojalá, pero me da la impresión de que el presidente quiere seguir libre de control en junio para enlazar con julio y agosto, inhábiles para el Parlamento. O sea, la prórroga es, en realidad, una prórroga de tres meses. Tiempo en el que él espera que las aguas se tranquilicen y la gente se olvide de las responsabilidades incurridas por los errores. Errores que reconoce haberlos cometido el Gobierno porque, según Iglesias, "son humanos y todos cometemos errores". Pues, Sr. Vicepresidente, sepa Vd. que cuando se tienen responsabilidades no valen las disculpas. Los errores se pagan. Si usted se equivoca y, por error, coge una dirección prohibida, pídale disculpas al agente de tráfico. Y el Gobierno, con esta crisis, tiene muchas multas por pagar.

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