Tasas de locos

Una ciudad que aspira a ser 'Smart-city' debería tener la información de urbanismo disponible en la red

Una tasa es el pago de un servicio en régimen de derecho público. En consecuencia, su importe debe ajustarse al coste de su prestación. Como ciudadanos podemos ver un expediente en la Gerencia de Urbanismo y más aún si está en información pública, pero debemos pagar una tasa si queremos una copia. Lo que es normal si pensamos que nadie tiene porqué sufragar los gastos del disfrute de nuestro derecho. Aunque, en este caso, pueda cuestionarse esta lógica. Si como ciudad queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una de sus metas es "garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas", en una ciudad que aspira a ser una Smart-city, no parece descabellado que esa información esté disponible en la red. Y más aún en los periodos de exposición pública a los que la ley obliga.

Cualquiera puede consultar un documento de planeamiento en la Gerencia y no encontrará inconveniente en sentarse en alguna mesa vacante para consultar el legajo. Y si en su estudio encuentra algo de interés, nadie le impedirá que lo fotografíe. Es más, si es un friki de la tecnología con una grabadora portátil y dentro del expediente está el CD que la GMU pidió al autor del plan, sospecho que tampoco habrá problema en hacer una copia. ¿Qué diferencia hay entre fotografiarlo o copiar su versión digital? Pero si decide dejar de molestar y pide que se lo copien en su pendrive, entonces la cosa cambia. La Ordenanza Fiscal nº 15 obliga a cobrar 0,76 euros por cada página del fichero y hasta 13,53 euros por plano de gran formato. Aunque el trabajo del funcionario en copiar un pdf sea menor que el de extraer las cinco páginas que puedan interesar al ciudadano y su almacenamiento, al que está obligado la administración, cueste lo mismo.

Denunciaba el profesor Shameless la tendencia de ciertas administraciones a desarrollar normas inexplicables. En la O. F. nº 15, la fotocopia de un folio vale 10 veces menos que su copia electrónica, salvo cuando su contenido sea gráfico, ya que entonces la fotocopia vale 10 veces más. Es posible que en el expediente de la tramitación de la ordenanza exista una explicación de este misterio y de por qué es posible descargar el Plan General gratuitamente, pero solicitar los ficheros de un Plan Parcial en exposición pública puede llegar a costar más de 400 euros. Pero también es probable que el coste de su copia sea prohibitivo

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