Los bosques de la Serranía de Ronda no son ajenos a la disminución de las lluvias y este aspecto se deja notar en uno de sus grandes tesoros: las setas. A pesar de ello, durante un paseo se pueden encontrar muchas variedades cuyos hongos juegan un papel fundamental en diversos aspectos de la conservación de la naturaleza. Entre ellos, la regulación de la temperatura de estos espacios, según defienden los micólogos.

“Se dice que es como una especie de aire acondicionado del bosque”, señala Beli Casillas. Y es que sus finos filamentos se convierten en un gran aliado de las plantas para en las épocas de nulas o escasas precipitaciones puedan llegar a zonas más profundas que las propias raíces y ayudarles a adquirir esa humedad tan necesaria para su supervivencia. La funga (conjunto de especies de hongos de una zona) tiene un papel mucho más importante de lo que pudiésemos imaginar en el desarrollo de la vida.

Hongos y plantas se encuentran conectados entre ellos para obtener beneficios mutuos, un aspecto que Casillas explica de una forma muy didáctica: “Avatar no es ciencia ficción, está basada en lo que pasa en la naturaleza”.

Los níscalos es una de las especies más apreciadas.

Aunque la sequía se deja sentir y este año la aparición de las setas está siendo en forma de eclosiones temporales cuando llegan las lluvias, el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera en colaboración con la asociación Saepo organiza este fin de semana unas jornadas micológicas en las que se busca acercar este apasionante mundo a la población más allá de las variedades que puedan ser comestibles y que son las más buscadas. Níscalos, chantarelas, gula de monte son algunas de las más buscadas en estos momentos, una vez que quedó atrás el periodo de aparición de las conocidas como yema de huevo, otro de las especies más apreciadas en la cocina y cuya recogida se produce en otoño.

Durante estas jornadas, en las que se programan ponencias y tallares de diferentes tipos sobre el mundo de los hongos, uno de los momentos más esperados es la salida al campo para recoger una selección de setas que posteriormente serán clasificadas.

Pequeños y mayores viven una clase práctica en directo, aunque este año no ha sido fácil encontrar estos preciados frutos ya que no hay mucha abundancia. Eso sí, la variedad existente sigue siendo muy importante.

El transporte debe realizarse en canastos o bolsas de red

Además, también aprenden aspectos tan importantes como la necesidad de utilizar canastos o bolsas de red para que permitan que las esporas se puedan esparcir por el campo mientras caminamos, dado que no se deben utilizar elementos como bolsas de plástico o elementos que no permitan este intercambio.

De igual modo, también se explica la necesidad de obtener la seta al completo y no cortarla, ya que es necesario contar con todos sus elementos para una correcta identificación. A ello se suma que de este modo se evita que el trozo de seta que quede en el suelo pueda ser una vía de entrada de enfermedades hacia el micelio. “Tenemos que sacar la seta completa y luego tapar el pequeño hueco que queda en el suelo”, dice Casillas, una de las micólogas que ejerce de guía con uno de los grupos participantes.

Más allá de sus conocidos usos culinarios, las setas tienen otras muchas funciones como la descomposición de la materia orgánica y hasta luchar contra plagas tan perjudiciales para los pinares, como la procesionaria, a la que atacan mientras se encuentra en el suelo.

La extracción tiene que ser completa para evitar enfermedades y facilitar la identificación.

Este mundo de los hongos es inmenso. Se cree que existen más de dos millones de especies en el planeta de las que tan solo están identificadas unas 150.000.

En cuanto a las jornadas, tendrán este domingo su última jornada con la realización de un taller de identificación o otro de cultivo en el que aprender a cultivar tus propias setas en casa.

Por su parte, el alcalde del Cortes de la Frontera, José Antonio Zurera, se mostró muy satisfecho con la respuesta que habían tenido los aficionados a la micología. Y es que las inscripciones este año habían sido bastante superiores a la última edición.

Además, durante la salida también se hace promoción de productos locales como el queso o las chacinas con una pequeña degustación al finalizar la salida al campo.