Provincia

Trabajadores de un club de verano piden que pueda abrir esta temporada

Los 156 trabajadores del Funky Buddha se concentraron ayer en el club de playa situado en la zona de El Pinillo para defender sus puestos de trabajo. Reclaman la apertura del establecimiento, que debería haber abierto sus puertas el pasado 1 de mayo, lo que les impide llevar a cabo su labor. Sin embargo, la apertura del mismo depende de que se legalice el club con una serie de obras, entre ellas la de la piscina. "Terminar las obras de los cuartos de baño, limpiar la madera y montar el mobiliario nos llevará unos diez días, pero elevar la piscina un metro conllevaría más tiempo y perderíamos todo el verano", explicó, Rosana Artacho, portavoz de los trabajadores.

Obras que, por el momento, no se han hecho, y que de ponerlas en marcha ahora supondría perder la temporada. "Pedimos que este año se nos deje abrir así", agregó Artacho, lo que les permitiría salvar los meses de julio a septiembre. De momento, tienen las miras puestas en el nuevo equipo de Gobierno, que será el que deba tomar cartas en el asunto. Asimismo, el colectivo ha recogido unas 2.000 firmas que hoy presentarán en el Ayuntamiento junto con esta petición. Además, solicitarán la autorización para organizar una manifestación para el próximo día 8 de junio. Cabe recordar que las irregularidades durante la construcción del Funky Buddha ha llevado hasta los juzgados al concejal de urbanismo en el Consistorio, Pablo Moro.

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