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La defensa del hombre que denunció una agresión de policías en Benalmádena pide el visionado de cámaras

Lesiones en la cara, producidas supuestamente por la agresión de los policías.

Lesiones en la cara, producidas supuestamente por la agresión de los policías. / M. H.

Este lunes estaba previsto que se celebrara un juicio rápido contra un joven acusado por “desobediencia grave al negarse a someterse a las pruebas de alcohol cuando presentaba síntomas evidentes de presunta ingesta”. Sin embargo, el procedimiento, según el testimonio de la defensa, se ha transformado en diligencias previas después de que el acusado denunciara a los agentes por agresión y abuso de poder

“Ahora la Fiscalía y el órgano instructor tienen que evaluar la denuncia de mi cliente. Habrá una fase de investigación  y los policías volverán a ser citados en calidad de investigados”, explica el letrado del joven , Gonzalo Pérez Cerezo. 

Asimismo, explican que durante el juicio han pedido el visionado de las cámaras de seguridad del Hospital Chare de Benalmádena y de la urbanización SenSara de Benalmádena –lugar donde se produjo la supuesta agresión– para poder acreditar su relato. 

Y es que el joven insiste en que, tanto él como su acompañante, fueron víctimas de “abuso policial, tortura, agresión y brutalidad” cuando seis agentes fueron a realizarle una prueba de alcoholemia. En ningún momento, asegura, se opuso, aunque reconoce que “hubo tensión” porque “la prepotencia y chulería de los agentes no estaba justificada”. “De la tensión yo dije una palabra malsonante y ya les daba igual que hiciera la prueba de alcohol, sin más me retiraron de la mano los plásticos para soplar y nos golpearon salvajemente a mí y mi compañero”, explica. “Me esposaron y me empotraron contra el coche y ahí comenzaron a golpearnos”, cuenta.

Dos partes de lesiones distintos -a los que ha tenido acceso este periódico-, uno del Hospital Chare de Benalmádena y otro del Vithas Xanit Internacional, recogen que el hombre presentaba "erosiones en la cara, una herida superficial en la parte posterior del cuello e hiperemia conjuntival en el ojo derecho", así como "erosiones en las muñecas por los grilletes" y en un tobillo. Además, añade, acabó con un diente partido.

Según fuentes municipales, una patrulla de la Policía Local dio el alto al vehículo que conducía el hombre quien, según dicen, presentaba “claros síntomas de ir bajo los efectos de bebidas alcohólicas”. En ese momento, se le requirió para hacerse una prueba de alcoholemia, a lo que, según esta versión, “se negó”. También se negó a identificarse ante los policías, precisan.

En ese momento, los dos policías los detuvieron y fue entonces cuando, según señalan las citadas fuentes municipales, tanto el hombre como su acompañante empezaron “con una actitud broncosa y chulesca, y cada vez se fueron alterando más, hasta el punto que los agentes tuvieron que pedir el apoyo de más policías”. Fue entonces cuando, a los dos iniciales se sumaron otros cuatro. Desde el equipo de gobierno prefirieron ayer no realizar una nueva valoración de lo sucedido.

Finalmente los seis policías los detienen por los delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad. Fue una "intervención complicada", señalan, por la "resistencia" que según la Policía opusieron las dos personas a ser detenidas. "Se enfrentaron con ellos [a los policías] hasta que tuvieron que reducirlos", aseguran, defendiendo que "en ningún momento" se sobrepasaron ni se salieron de lo que es "una actuación normal cuando una persona muestra resistencia al arresto".

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