Agotadas en sólo unos días. Esta semana ya es imposible conseguir una de las mascarillas desarrolladas por el CSIC y producidas con el nuevo material de nanofibras que alargan la durabilidad para evitar los contagios de coronavirus. Se puso a la venta medio millar de mascarillas y han volado. 

Estas mascarillas constituyen una revolución gracias a su nuevo material para filtros de mascarillas sanitarias basado en nanofibras. Este nuevo material, desarrollado por el equipo del investigador José María Lagarón del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se aplica a las mascarillas sanitarias FFP1, FPP2 y FFP3 y quirúrgicas.

We are proud to introduce @bioinicia first nanofiber respiratory mask for protection against #COVID-19.✔️Certified to filter out SARS-CoV-2 virus✔️Nanofiber technology✔️Mechanical filtration✔️Developed by CSIC and Proveil by Bioinicia✔️Made in Spainhttps://t.co/UG1hTlD8wb

— Bioinicia (@bioinicia) August 26, 2020

Los investigadores del CSIC, tras varias investigaciones y desarrollos han logrado que estas nuevas mascarillas aumenten el tiempo de uso y en breve, según sus creadores, serán antimicrobianas y biodegradables. “Estas mascarillas están hechas de nanofibras, que aportan una filtración mecánica, al contrario que el material tradicional Meltblown Polipropileno, hecho principalmente en China, que aporta una filtración electrostática”, explica Lagarón.

El desarrollo de esta nueva tecnología es fruto de los proyectos aprobados por la plataforma de Salud Global de CSIC y por la convocatoria del Sistema Valenciano de Innovación e Investigación de la Conselleria como iniciativas para afrontar la crisis del Covid-19.

En palabras de la doctora Ángela Ribeiro, vicepresidenta adjunta de Transferencia de Conocimiento del CSIC, “este es un ejemplo claro de éxito de colaboración público-privada, en este caso con una empresa de base tecnológica nacida en CSIC”.

Estas súpermascarillas cuentan con la certificación especial CPA FFP2, que Europa ha lanzado para resolver la emergencia que se creó al interrumpirse el comercio de ciertos materiales de filtración que provenían principalmente de China. Asimismo, está disponible su venta online.

El CSIC está trabajando para llegar a fabricar 4 millones de mascarillas al mes, pero espera a partir del mes de octubre llegar a los 11 millones por semana.