El presunto pederasta Álvaro I. G., Nanysex, fue agredido ayer en el juicio que se celebra a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Madrid por el padre de uno de los niños de los que supuestamente abusó. Así lo confirmó uno de los abogados presentes en la vista, que relató que el incidente tuvo lugar cuando el padre, que iba a declarar como testigo, pasó junto a Nanysex y se lanzó sobre él. Al parar un golpe con los brazos esposados, el procesado se hizo una brecha en la cabeza.

Otros familiares de los niños dedicaron miradas desafiantes e insultos a los procesados durante sus declaraciones, y una de las madres tuvo que ser reducida cuando, al término de la sesión, se abalanzó sobre los acusados esposados y acompañados por los policías a salir de la sala. El tribunal decidió cambiar la distribución de las partes en la sala para evitar nuevos incidentes de este tipo, ya que los testigos pasaban a apenas un metro del banquillo de los acusados.

En la sesión de ayer, la segunda del juicio, declaró un policía que aseguró que Nanysex era "un mito en el mundo de la pederastia" y que tenía "fama mundial" en ese círculos por la "calidad" del material que intercambiaba. El agente añadió que la Policía pudo llegar a Nanysex cuando éste quiso salir de su comunidad y compartir sus grabaciones con pederastas extranjeros.

Nanysex se enfrenta a una pena de 39 años de prisión por dos delitos de abuso sexual continuado sin violencia ni intimidación, otros tres de abuso sexual continuado sin intimidación y cinco delitos de producción y distribución de material pornográfico de menores. Junto a él se sientan en el banquillo los acusados Eduardo S. M., José G. C. y José O. M., para los que el fiscal pide penas de entre 10 y 24 años de prisión e indemnizaciones entre 10.000 y 120.000 euros por las secuelas causadas a sus víctimas. Nanysex presuntamente se ofrecía como canguro para acercarse a los niños y es uno de los "peores pederastas" investigados, según señaló la Policía cuando fue detenido el 26 de mayo de 2005.