Horario y previa del Kirolbet Baskonia - Unicaja

El Buesa exige más (18:30)

  • El equipo vasco mantiene una estructura de años atrás y ha comenzado a buen nivel la temporada

  • Granger y Stauskas son bajas en los locales y Toupane lo es en los visitantes

Díaz, Guerrero, Avramovic y Stilma animan ante el Buducnost.

Díaz, Guerrero, Avramovic y Stilma animan ante el Buducnost. / Javier Albiñana

En los primeros compases de una temporada se anda lejos de la regularidad y la fiabilidad. El Unicaja así lo ha atestiguado en el arranque. La primera fotografía ha salido algo movida, pero el carrusel competitivo no se detiene y exige más, más y más. Más continuidad propia y más exigencia de los rivales. Por ejemplo, este partido en Vitoria (18:00 horas, #Vamos) que demandará mucho en un momento en el que el Unicaja aún no parece en el grado de cocción para vencer en una pista de este calibre. Pero los vaivenes no son sólo propios, también pueden ser ajenos. El Baskonia arrasó al Estudiantes en el debut y venció con mucha solvencia en Kaunas. Entre medias, cayó en una prórroga en el Palau en la que ofreció un gran nivel.

El equipo vasco juega 48 horas después de ganar al Zalgiris y un viaje por medio. Es un ritmo bien conocido por los vitorianos, acostumbrado ya a la Euroliga. Si el Unicaja no cuenta con Axel Toupane por su elongación en el adductor, el Baskonia no contará por varios meses con Jayson Granger tras la desgraciada lesión en el debut liguero, rotura del tendón de Aquiles, y tampoco dispone aún con el tremendo tirador Nik Stauskas, con una tendinopatía rotuliana que le ha impedido debutar.

Son momentos en los que hay que mirar más a la progresión propia, al crecimiento personal y colectivo, antes que al contrario. El Unicaja debe profundizar en esa idea de juego en la que insiste Casimiro. Ha habido más momentos oscuros que brillantes. La victoria ante el Buducnost vale para coger algunos gramos de confianza. Pero para competir en el Buesa hace falta mucho más que lo que se ha visto hasta ahora, desde la dirección a los pivots. Gerun o Elegar, por ejemplo, dieron una buena versión ante el Buducnost. Tienen que ganarse la continuidad. De Josh Adams no se puede esperar una madurez que le permita dirigir con maestría, pero hay que canalizar esos momentos eléctricos en los que entra en combustión. Si Thompson y Ejim ganan peso en el equipo seguramente será una gran señal para éste, sus cualidades redundan para que el juego sea más redondo adelante y atrás.

Vitorianos y malagueños se han visto las caras en 90 ocasiones en la ACB. Además, 13 partidos en Euroliga, dos en Supercopa y nueve en Copa del Rey. 114 en total. Hoy es la versión 115 de un clásico, indudablemente. El Baskonia mantiene una estructura interesante del año pasado. Ha añadido a Pierria Henry, un base que el Unicaja ya sufrió en la Eurocup con el Unics, y a Youssoupha Fall, un gigante móvil senegalés que está mostrando impacto en los primeros compases, con una enorme capacidad de intimidación. Michael Eric y Pollonara dan profundidad al juego interior. Pero sigue una columna con Vildoza, Janning, Shields, Garino, Shengelia y Diop que ya conoce la idea de Perasovic. Y que exigirá al Unicaja que eleve su nivel mostrado hasta ahora para competir en el Buesa.

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