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Jaime desencadenado

  • El exterior suma dos actuaciones distinguidas en la ACB y oposita a piedra angular

  • Sorprende su madurez y liderazgo natural en un contexto nuevo

Jaime Fernández intenta anotar frente a la oposición de Guillem Vives.

Jaime Fernández intenta anotar frente a la oposición de Guillem Vives. / efe

Se frecuentaba no hace tanto en el Fernando Martín Mi gran noche de Raphael, una especie de himno para un pujante Montakit Fuenlabrada que iba derribando hitos. Esas tablas del ruidoso pabellón madrileño que auparon a Jaime Fernández. El cajista realizó en su tierra el mejor partido de su ya extensa trayectoria. Una actuación salvaje, al alcance de pocos jugadores. De los que son pata negra. Ese camino enfila el exterior, que pegó varios brincos en los cursos recientes.

Una exhibición poco vista incluso en los libros de historia del club de Los Guindos. No suma ni una decena de partidos con la camiseta verde y el 3 ya se coló por una rendija distinguida. Los hubo que metieron más puntos, que cogieron más rebotes, que repartieron más pases de canasta y que sumaron más valoración. Pero solo un jugador que metió más ingredientes que él en la coctelera. Se trata de Carlos Cabezas, que en 2006 en Tel Aviv anotó 32 tantos, capturó seis rechaces y dio seis asistencias para 41 de valoración. Una actuación monumental que no valió para salir con victoria de una de las plazas grandes europeas. A ese nivel supremo brilló Jaime.

"Tuve la suerte de que me bloquearon bien y Lessort me dio pases abiertos", dice el '3'

"Me salió un buen partido, metí bastantes triples. Está claro que lo que más pesa es la victoria", comentaba el escolta tras el entrenamiento de ayer en Los Guindos, que no era consciente del calibre de sus números: "No lo sabía. Meter ocho triples no es fácil y tuve la suerte de que me bloquearon bien y Lessort me dio pases abiertos. Fue muy bien y metí bastante. En el próximo partido con la mitad también me vale".

El exterior refuerza la importante apuesta del Unicaja. Con un dominio importante en el contexto ACB, fascina su madurez, lectura, atrevimiento y confianza para un desembarco tan reciente. También sorprendió su tremendo acierto desde el perímetro, una de las facetas de su juego que generaba más incertidumbre para el siguiente salto. Un liderazgo necesario tras la salida en verano de pilares fundamentales en la creación y finalización, algo que Jaime asume con naturalidad.

El madrileño encaja al guante en el estilo que Casimiro quiere implementar en su punto y seguido en el Unicaja. El escolta, igual de fiable en labores de uno, aporta ese vértigo que quiere el técnico manchego. Además, se trata de un jugador muy aplicado atrás, condición que le debe seguir abriendo paso hacia la élite.

Rendimiento que le consolida como uno de los mejores productos nacionales en la actualidad. El rol que le ha otorgado Scariolo en las ventanas FIBA solo es la consecuencia de un progreso notable desde su salida del Estudiantes. Tras Andorra, el equipo malagueño representa un nuevo escalón en exigencia. De momento, Jaime Fernández oposita a sobresaliente, pero la temporada acaba en nueve meses. Su línea de rendimiento debe seguir unos cauces intermedios a sus actuaciones en ACB y su partido en Vilna en la Eurocup, siguiente contexto donde debe trasladar su crecimiento.

Mañana afronta otro desafío mayúsculo ante una línea exterior de primerísimo nivel, en una pista conocida. Allí llega un Jaime Fernández desencadenado. Toca ver qué pesa más.

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