Unicaja

El nuevo horizonte de la ‘Penya’

  • La última vez que el Unicaja visitó Badalona, el Joventut estaba al borde de la desaparición

  • La compra en verano por parte de un grupo inversor dispuesto a asumir su deuda y ampliar capital garantizó su continuidad

Shawn Dawson, fichaje veraniego del Joventut, en el último partido ante el Zaragoza

Shawn Dawson, fichaje veraniego del Joventut, en el último partido ante el Zaragoza / EFE

La última vez que el Unicaja visitó el Palacio de Deportes de Badalona el ambiente era muy distinto. También para el conjunto malagueño, porque allí entró en barrena con la última derrota del curso justo antes del play off y se fue cociendo parte de la salida de Joan Plaza. Pero nada que ver con la inmensa crisis institucional que atravesaba el Joventut y a la que empieza a ver la luz. De jugarse su desaparición a respirar tranquilo hay un abismo.

El conjunto catalán es décimo en ACB, pero en un triple empate con Valencia y Andorra para acceder a los puestos de Copa del Rey (balance 5-5). Dio continuidad este verano a Carles Durán en el banquillo y renovó al ex Baskonia Nico Laprovittola, llegado en enero a la Penya desde el Zenit para ser fundamental en la permanencia en la Liga Endesa. Con varios acicates como el alero Shawn Dawson desde Israel y el ala-pívot Conor Morgan para sustituir a Gielo, ahora en Tenerife, el equipo compite y parece pasar menos apuros. Eso respecto a la cancha, porque lo fundamental ha sido fuera de ella.

Este pasado mes de marzo se votó en asamblea extraordinaria la posible liquidación del Divina Seguros Joventut. El 99% dijo que no a la desaparición, considerando que la situación era reconducible. En ese momento el club luchaba por desbloquear el pago de algo más de cuatro millones de euros al que se había comprometido el ayuntamiento de Badalona a través de la compra de unos terrenos por parte del consistorio y un contrato de patrocinio para promocionar la ciudad; un dinero fundamental para aliviar unas deudas que llegaron a situarse en siete millones.

El equipo de Carles Durán es décimo, empatado con Valencia y Andorra (5-5) por el último puesto de Copa del Rey

El Joventut arrastra problemas desde hace muchos años y en 2010 llegó a entrar en concurso de acreedores. Jordi Villacampa, presidente durante 18 años, dio paso a Juanan Morales en abril de 2017, pero el momento crítico no se ha empezado a superar hasta este verano, en el que se sobrevivió al drama primero en la cancha y luego en los despachos, donde ha sido fundamental la compra del club por parte de la empresa Scranton Entrerprises.

La compañía, vehículo inversor de la familia barcelonesa Grifols, dedicada principalmente al sector farmacéutico, se hizo con el control del 75% del club este verano por 3.7 millones de euros dispuesta a asumir la deuda. En septiembre se aprobó una ampliación de capital efectuada este pasado 22 de noviembre, situando el capital social en 4.9 millones, y el horizonte es ahora mucho más claro que hace escasos seis meses.

Fueron varias las conversaciones de la entidad con grupos inversores y finalmente, en este acuerdo, logró fijar cuestiones esenciales como mantener el club en Badalona, los colores y la estructura de cantera, en la que entrenan cada día más de 500 deportistas y donde han crecido muchos ilustres del baloncesto español. Mantiene también grupo directivo y lo más importante, la certeza de seguir adelante para un histórico al borde del precipicio. El próximo rival cajista estrena ilusión esta campaña.

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