Unicaja

Pepe Sánchez amaga con regresar al baloncesto a los 43 años

  • "La verdad que últimamente entrené mucho. Me siento cero kilómetro. Tengo muchas ganas de ver cómo es jugar después de ocho años...", dijo en una entrevista en Argentina

Pepe Sánchez, en Bahía Blanca.

Pepe Sánchez, en Bahía Blanca.

Pepe Sánchez, uno de los mejores bases que vistió la camiseta del Unicaja, miembro del equipo que encadenó Copa, Liga y Final Four a mediados de la década de los 00, tiene 43 años, pero no ha dejado de estar ligado al baloncesto. Campeón olímpico con Argentina, primer argentino en jugar la NBA tras convertirse en mito en la universidad de Temple, dejó huella en sus tres años en Málaga. Extremadamente inteligente, con una personalidad especial, en cierta forma imprevisible, el mago de Bahía Blanca dejó una posible bomba y amaga con volver a jugar. 

En una entrevista en La Nueva de Bahía Blanca, por la celebración de los 10 años desde que creó un club desde cero en la capital del baloncesto argentino que ahora es referencia por sus instalaciones y su manera de trabajar con sus jóvenes en su país. "La verdad que últimamente entrené mucho. Me siento cero kilómetro. Tengo muchas ganas de ver cómo es jugar después de ocho años... Es muy probable", decía Pepe a camino entre la broma y la vera, según se recoge en la entrevista.

Pepe construyó en Bahía Blanca el Dow Center, una instalación que pretende ser de referencia en el baloncesto latinoamericano. Ya acogió concentraciones de la selección argentina. Otro miembro de aquel gran Unicaja, Walter Herrmann, también decía hace pocas fechas que nunca se le podía dar por retirado.

Hace poco se cumplían 13 años del histórico triple de Pepe Sánchez que abrió el camino para jugar la Final Four de Atenas, pico histórico a nivel continental del equipo malagueño en su historia, en términos absolutos superior al título de Korac y al de Eurocup ese tercer puesto labrado en el OAKA. "Ese momento era cuadrar los tres años vividos en Málaga, magníficos. Antes ganamos la Liga y la Copa, eso se hizo como un grupo homogéneo que en el tercer año se desarmó. Pero aún seguimos con Sergio [Scariolo] y varios jugadores. Es un momento muy especial, la fotografía en lo personal de aquellos tres años. Hubo momentos iguales o mejores como la Copa y la Liga. Pero aquello era meterse en la Final Four y cuadrarlo. En aquel momento parecía normal, pero a mi mujer le dije cuando me fui de Málaga, y me lo recuerda alguna vez, que pasarían muchos años hasta que el Unicaja volviera a repetir algo parecido. No lo decía por arrogancia, sino porque ganar es difícil, muy difícil. Aquellos años de éxitos, con la distancia, se ven como algo meritorio, quizá irrepetible de aquella manera. Y ese triple lo llevo en el corazón. Sentí que con él la gente de Málaga se sacaba una espina clavada", recordaba entonces.

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