De momento, lo oficial con Ryan Boatright es un principio de acuerdo anunciado el pasado martes. Queda el trámite de que Texas Legend, la franquicia de la G-League a la que pertenecía, reciba los 50.000 dólares de la cláusula de rescisión y active el transfer para que el Unicaja Baloncesto pueda inscribirlo en la ACB. Hay de plazo hasta este viernes a las 20:00 horas para hacerlo, pero no hay la certeza en el club de que llegue antes.

En cualquier caso, Boatright ya ejerce como jugador del Unicaja. Este jueves se entrenó por la mañana con sus nuevos compañeros como uno más. Fue parte activa del entrenamiento cajista tras el receso después de ganar al Estrella Roja. Si no se puede vestir este sábado lo hará la semana siguiente en Santiago de Compostela, dado que aún no puede ser inscrito en la Eurocup, donde podrá jugar desde el 23 de enero, en el inicio de la segunda vuelta.

Se trajo a Boatright desde Estados Unidos con celeridad para avanzar en su integración a sabiendas de que igual no podía jugar este sábado. Es un jugador bajo (1.83 metros), pero la primera impresión en el entrenamiento fue buena. Es más parecido a Jaime Fernández que Brian Roberts. Tener otro jugador capaz de romper defensas desde el dribling puede dar otra dimensión al ataque del equipo de Luis Casimiro. Sobre todo en un momento en el que hay cierta espesura ofensiva. Es la idea con la que se le trajo.

Queda en manos del club decidir si completa la convocatoria con Morgan Stilma y Pablo Sánchez, como sucediera el pasado martes contra el Estrella Roja, o si opta por que los canteranos viajen a Cazorla, donde el equipo de Liga EBA juega a partir de las 19:00 horas su primer partido de 2019 tras el parón navideño. Con Viny Okouo son 10 los jugadores profesionales sanos de los que dispone Luis Casimiro.