Unicaja Baloncesto

Semana de parón

  • El Unicaja involucionó tras la racha ganadora

Avramovic lanza a canasta.

Avramovic lanza a canasta. / M. Pozo / ACB Photo

Ha desconcertado bastante en el Unicaja, dentro y fuera del equipo, lo que ha sucedido esta semana pasada en Alemania y contra el Movistar Estudiantes. En una dinámica muy positiva tras seis victorias, la última de ellas muy convincente en la cancha del Valencia, el equipo dimitió en Alemania y fue un quiero y no puedo ante el Movistar Estudiantes. “No estuvimos acertados. Esto sigue. Ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos. El miércoles más...”, era el mensaje que mandaba a través de las redes el capitán Carlos Suárez.

Un día malo suele pasar y es comprensible. Dos puntos ya dibujan una línea. Si en Alemania, recibiendo 91 puntos, se pudo entender el partido como una relajación, sin que se llegara a los mínimos que tiene este equipo para ser verdaderamente competitivo. Ante el Movistar Estudiantes se encajaron 67, no fue un problema de abandono. Preocupó más la falta de acierto, que acabó derivando a carencia de ideas. Es inevitable pensar que la ausencia de Alberto Díaz influye en un menor rendimiento, pero ¿tanto?

Jaime Fernández no está en su mejor momento, ni físico ni de confianza. Nunca se esconde y hay que agradecérselo. Ha tenido algún momento brillante, pero no es tan chispeante como suele y demostró durante su primera temporada en Málaga. Y Josh Adams es una moneda al aire cuando de dirigir se trata. Si en Valencia se destacó un buen día en ese aspecto, haciendo cosas con lógica y asistiendo, ante el Movistar Estudiantes estuvo más perdido, abusó del bote y no consiguió hacer jugar a sus compañeros. Cierto es que si mete dos triples en plena remontada igual es el héroe como en Vitoria, pero no entraron. Es un jugador con una capacidad desequilibrante innegable, pero no se puede depender siempre de su inspiración para ganar porque por su estilo de juego va a ayudar a ganar partidos, pero también puede propiciar que se pierdan porque es impulsivo y su capacidad de leer los partidos no es alta.

Si el Unicaja era uno de los equipos que menos balones perdía en la ACB en este arranque (12.4), ante el Movistar se perdieron 18. Un buen porcentaje en situaciones no forzadas, con faltas de entendimiento evidentes más propias de pretemporada, sobre todo cuando se había ajustado mejor la circulación en esa racha de seis victorias seguidas.

Tampoco fue bueno ante el Movistar el partido de los pivots. Gerun y Elegar fueron superados por Palacios y Kadji. Aunque se dominó el rebote (39-29), un campo de mejora claro en los primeros partidos de temporada, los jugadores estudiantiles tuvieron más presencia. Tampoco los aleros dieron anotación, destacando el desacierto de Ejim al lanzar a canasta.

Hay, pues, se advertían también en la racha ganadora, muchos campos en los que mejorar, en los que seguir creciendo para hacer al Unicaja más sólido. La racha de seis victorias seguidas, con triunfos en Vitoria y Valencia, quizá hizo pensar que el proceso de construcción del equipo estaba más avanzado. Tocaba estabilizarlo y se han perdido dos partidos, dolió más el del sábado. Viene una semana con dos partidos en casa, ante Trento y Betis, en la que resembrar y poner de nuevo el tren sobre las vías.

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