Unicaja

El Unicaja pone el contador a cero

Imagen de la derrota del Unicaja en Badalona.

Imagen de la derrota del Unicaja en Badalona. / ACB Photo

De alguna manera, había una especie de tensión en el entorno del Unicaja. Como si ganar tanto, tan bien y tan seguido fuera un pecado, como si se estuviera ‘gastando’ el número de victorias. No es exclusivo de Málaga, ocurre en otros lugares también cuando se está en un estado de forma excelso en un momento de la temporada en el que aún no se disputan trofeos. Es parte también del proceso de crecimiento fulgurante que ha vivido el equipo malagueño en este año y medio, lidiar con el vértigo y manejarse en las alturas con soltura y sin miedo. Acabada la mejor racha de victorias de la historia del club en ACB (14), se pone el contador a cero y hay también una especie de liberación.

Llegan semanas muy importantes en la temporada. El Round of 16, desde este mismo miércoles, y la Copa del Rey a mitad de febrero antes de la segunda vuelta de la fase europea con, es de esperar, los play off a continuación, sin dejar de competir en la ACB. Aumenta el volumen de partidos desde ahora, crece la exigencia también de la BCL y no baja de la de la Liga Endesa.

Lo había advertido Ibon Navarro desde semanas atrás, venía una etapa de duro entrenamiento y carga. Paradójicamente, cansarse entrenando para no estar cansado cuando llegue el cansancio jugando. Es un mal necesario para estar cerca del tope en otros momentos. No es que diera igual ganar o perder, el Unicaja compitió con todo lo que pudo en Badalona, pero no se está a tope. Faltó lucidez en los minutos finales. No obstante, hubo un tramo en la primera parte espectacular en cuanto a nivel de juego que después de difuminó. La ausencia de Alberto Díaz también se entiende como parte de este proceso. En otra circunstancia se le podía haber forzado para que jugara, el riesgo de rotura en el músculo afectado no es alto, pero arriesgar puede alterar la pisada y llevar a otros desajustes que se han preferido evitar. Los cupos, además, hay que cuidarlos ahora que llega la fase decisiva de la BCL, porque son necesarios cinco en la competición europea.

El equipo ya prepara el partido ante el Tofas Bursa. Se ha pegado un salto brutal en la ACB en una secuencia histórica, pero los grandes retos de la temporada están por delante. Volver a estar en la Final Four de la BCL atrae bastante. Qué decir de jugar una Copa del Rey en casa. Y cómo no ilusionarse con la versión de un equipo que tendría, si acabara la Liga hoy, el factor cancha en cuartos y semifinales. Pero para ello hay que sacrificar estados y momentos, sufrir en algunos para estar finos. Son semanas con calendario complicado y es previsible que llegue alguna derrota más. Es momento de sobrevivir, proteger a jugadores y no tener daños irreversibles. En febrero hay un pico muy alto de exigencia. Como decía Sergio Scariolo cuando dirigía al Unicaja, es más fácil estar cerca del tope cuando ya se ha conseguido antes. Es lo que ha hecho el equipo de Ibon Navarro, ya con el contador a cero, con los ojos abiertos y menos vértigo tras ganar tanto.

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