Unicaja

La hora del tío Will Thomas: "Es una gran experiencia que 10.000 personas griten tu nombre"

Will Thomas, en Los Guindos.

Will Thomas, en Los Guindos. / Javier Albiñana

Quedará para la historia del Unicaja aquella portentosa actuación de Will Thomas en los cuartos de final de la Copa de Badalona, cuando se puso a ordenar el tráfico desde el poste bajo y aniquiló al Barcelona. También aquella cabalgada tras robo en la final que acabó con un matazo sobre el aro del Tenerife. Flashes de un jugador de culto que, camino de los 38 años, sigue ofreciendo partidos de un valor incalculable. El ala-pívot de Baltimore se siente en Málaga feliz apurando los últimos años de su carrera. Escuchándole se entiende mejor lo que se ve en la pista: "Creo que podría jugar varios años más, pero no se sabe lo que dirá mi cuerpo dentro de dos meses o en otro año. Me lo tomo temporada por temporada, mes por mes, día  a día, semana por semana, no se sabe qué podrá pasar. Está llegando a su fin jugar al baloncesto, así que intento disfrutarlo ahora porque no es demasiado tiempo lo que queda. No tengo una presión para demostrar mi valía porque mi carrera, en esencia, no va a mejorar", admite con sinceridad Will Thomas: "Va llegando el final, así que solo estoy disfrutando el momento, disfrutando de estar cerca de los muchachos, porque tenemos un gran grupo de muchachos. Los que vienen aquí todos los días trabajan duro. Todo el mundo quiere ganar y nosotros estamos ganando. Y es un placer estar en este tipo de entorno. Es uno de los grupos más especiales en los que estuve. Supongo que nuestro éxito parte desde este punto, nadie ha cambiado. Nadie se pone a sí mismo en primer lugar, todos siguen poniendo al equipo en primer lugar. Y eso provoca que tengamos éxito como equipo".

"Me siento bien. El equipo está en buen ritmo y jugando bien. Hay que abordarlo como cualquier otro partido o cualquier otra competencia, querer ganar todos los partidos. Jugar en casa no debe cambiar mucho. La BCL fue una buena experiencia para nosotros, aunque esta es una competición un poco diferente. Creo que estábamos más preparados con como grupo e individualmente para ganar la Copa el año pasado que la Final Fours de la BCL. Fue una buena experiencia para nosotros como equipo. Creo que estaremos listos", argumenta Will Thomas sobre cómo se aproxima el Unicaja para jugar la Copa un grupo que, pese a ganar mucho, tiene esa hambre latente: "Sólo debemos preocuparnos por el partido que tenemos frente a nosotros. No pensar demasiado en el pasado y no mirar hacia el futuro, mirar el ahora, en los partidos que llegarán en las próximas semanas. Simplemente centrándonos en ese que tenemos frente a nosotros.

Sorprende ver que el rendimiento de Will Thomas es mejor este año que el anterior. Él lo explica. "Me siento en mejor forma. La temporada pasada fue un ajuste para mí. Pero creo que hice mis ajustes bien. Entiendo todo mucho mejor que al principio de la temporada pasada. Entonces es más fácil. En verano hice algunos ejercicios más de lo habitual. Y luego creo que fue simplemente comprender mentalmente mi papel. Y lo que le propongo al equipo necesita que lo haga para que podamos tener éxito. Eso es todo lo que nosotros necesitamos. Es normal jugar menos con la filosofía del coach. Supongo que tendré que ser el jugador que más sacrificio tenga que hacer entre todos, pero estoy bien, es parte del juego y sé dónde estoy en mi carrera. Si juego cinco minutos, está bien. Si juego 20 minutos, está bien. Ganamos, así que realmente no importa lo demás".

¿Cómo es esa sensación de recibir el balón en el poste bajo y que todo gire alrededor? "Quienquiera que tenga el balón, tiene el control de todo. Creo que es parte del plan de juego que cuando entro en el partido tratar de darle al equipo una mirada diferente. Cuando entro en el juego soy uno de los focos de atención, jugar en el poste bajo y ver si podemos obtener una ventaja. En la NBA y tal vez las ligas juveniles en Estados Unidos todo el mundo quiere tirar triples y juega rápido y sin defensa, pero creo que aquí sigue igual. Es decir, el juego se mueve un poco más rápido pero todo sigue igual. Todavía hay otros grandes jugadores del poste bajo en Europa que realmente tienen un efecto en el juego desde ahí. Creo que los sistemas siguen siendo parecidos. Los entrenadores que van llegando tienen, con sus matices, la misma filosofía que los entrenadores mayores", razona Thomas, que casi se emociona cuando se le pregunta qué se siente cuando el Carpena ruge con el "Will, Will, Will": "Eso es algo que creo que a todo jugador le gustaría escuchar. 10.000 aficionados gritando su nombre. Es una gran experiencia cada vez que eso sucede".

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