Unicaja

Carlos Suárez y Barreiro, dos carreras paralelas

  • El capitán del Unicaja es un buen espejo para el jugador del Casademont, que experimenta ahora un cambio en su juego parecido al que dio el de Aranjuez

  • Intercambio de halagos entre ambos

Carlos Suárez y Jonathan Barreiro, en un partido de esta temporada.

Carlos Suárez y Jonathan Barreiro, en un partido de esta temporada. / acb photo

La Copa del Rey es un producto bien trabajado que a estas alturas necesita poco marketing. Remueve a kilómetros y cala hondo si se vive de cerca. No hay partido sin atractivo, aunque suele recurrirse también a las caras conocidas para darle un mayor impulso. Hay duelos individuales que enganchan y otros, quizá, con menos foco, pero que son baloncesto en su pura esencia. Es el caso de Carlos Suárez y Jonathan Barreiro, dos jugadores en distintas periodos en sus carreras y que se reencontrarán en las maderas de un Carpena renovado. Una especie de maestro y aprendiz. 

En cierto modo, ambos han vivido un proceso similar. Sus características son de alero puro, pero el asentamiento de un modelo de juego más rápido donde los pequeños ganan en trascendencia les ha llevado hacia la pintura. Del tres al cuatro. Y ahí el capitán del Unicaja es un buen espejo para el gallego, que completa su primera temporada a caballo entre las dos posiciones. Para él, que las combina, es un comodín y un arma más en su amplio catálogo. "Me llegó un poquitín antes de lo que podía haber deseado, venía de mi mejor año jugando en la posición de tres en Málaga. Ese cambio me costó un año duro, que casi acabo abandonando el club. Al final el tiempo quita o da razón y fue un gran movimiento. He tenido que adaptarme, también mi cuerpo", explica el madrileño, al que Joan Plaza le cambió la perspectiva. 

Más espontáneo, y mucho más temprano en su carrera, y de manera más natural le llegó a Barreiro. "Me comentó Fisac en pretemporada el hecho de alternar con el cuatro porque no teníamos a Benzing y a Radovic. Empecé a jugar y vimos que podía aportar. Siempre digo que tenemos jugadores polivalentes que pueden alternar posiciones, tanto Benzing como yo. Hay que jugar en la posición en la que más aportas al equipo en ese partido. Siempre lo que te pida al entrenador. El juego que hacemos nosotros es el mismo, como digo yo, no hay posiciones", contaba el del Casademont en una entrevista con este periódico. Un desarrollo lógico para dos perfiles con similar patrón (incluso casi idéntica altura), que curiosamente dan un impulso desde el banco. Suben la intensidad, pueden abrir el campo y dan mucha presencia en el rebote. Quizá donde hay un amplio margen de mejora en el joven es en la visión de juego, algo que también da la experiencia. 

Suárez y Barreiro son patrimonio de sus clubes. Con 33, el madrileño cumple su séptima temporada en Málaga; con 22, es la cuarta del gallego en Zaragoza. Allí encuentra madurez en su juego después de atravesar malos tragos con las lesiones. "Tuve años complicados. En el Madrid me lesioné, pero siempre me sentí respaldado por el club. Y lo agradezco mucho, crecí mucho como jugador. Fui un año a Ourense, donde pude jugar muchos minutos. Luego me dieron la oportunidad aquí en Zaragoza. No siempre es fácil. Muchos jugadores jóvenes tenemos que adaptarnos a no jugar muchos minutos, pero cuando uno sabe lo que quiere lo que tiene que hacer es seguir trabajando con humildad y no conformarse. Al fin y al cabo, todo llega. Ya sea dentro de un año, dos o tres. Con trabajo creo que los resultados llegan. Estoy disfrutando de un buen momento de forma, quiero seguir ayudando al equipo pero sigo trabajando porque puedo aportar más", reflexiona el de Cerceda, hombre importante para Fisac, y clave en la victoria maña en el Carpena en ACB.

Ambos coincidieron en el Real Madrid. Suárez estaba en el primer equipo y Barreiro en la cantera. El último año de uno en el primer equipo suponía la llegada del otro a la capital de España. Hay admiración mutua. "Es un grandísimo jugador. Siempre que veo el Unicaja veo esas ganas que tiene de ganar, de saber dirigir a sus compañeros, que lo hace muy bien. Es muy completo, puede tanto tirar, pasar, rebotear... Ojalá algún día pueda hacer tantas cosas como él", dice el joven, que ve en el capitán cajista un modelo a seguir. 

"Es un jugador que ha progresado muchísimo. Cuando yo estaba en el Madrid, él estaba en la cantera. Jugaba en posiciones exteriores entonces, ahora por dentro más. Tiene mucha energía y ganas de mejorar, le veo en un gran momento, aquí nos hizo muchísimo daño, está en la cresta, con la dinámica de su equipo es uno de los más importantes. Están Alocén, Rodrigo San Miguel, Fran, que vendrá muy motivado... El núcleo nacional de Zaragoza le da ese salto que en los momentos importantes cualquier equipo necesito", responde Suárez del canterano blanco. Ambos forman parte de la guarda pretoriana española, una apuesta clara y decidida del Unicaja y el Casademont Zaragoza. Barreiro está en el radar de Scariolo, repetirá en la clasificación para el Eurobásket, y también en el de Los Guindos. Es un perfil muy interesante, como otros como Xabi López-Aróstegui, para redoblar esa estrategia. Habrá otra oportunidad de verle de cerca en Málaga en su primera Copa del Rey. 

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