El Ayuntamiento de Vélez-Málaga reafirma su apuesta por un centro histórico pensado para las personas y avanza en la transformación urbana de la ciudad, en esta caso con la continuación del proyecto de peatonalización por el Camino de Málaga.

Una acción englobada en el proyecto de reordenación del centro, que se aborda una vez finalizada la primera fase de la plaza de Las Carmelitas y que continuará posteriormente con la calle Canalejas. Todo ello con “el fin de avanzar hacia una ciudad más moderna y sostenible, pensada para las personas, que fomente la generación de empleo y potencie el comercio local”, aseguró el equipo d gobierno a través de un comunicado de prensa.

El alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno Ferrer, el primer teniente de alcalde, Jesús Pérez Atencia, el concejal de Infraestructuras, Juan García, y el arquitecto Bernardo Pozuelo, presentaron el anteproyecto que convertirá la calle Camino de Málaga en una zona de paseo “agradable”, custodiada por arboles y con dos áreas de sombra y descanso.

Moreno Ferrer destacó que “el equipo de gobierno continúa firme en su compromiso de transformar las zonas más emblemáticas de la ciudad a través de la peatonalización, para fomentar el consumo en el comercio local y para recuperar espacios transitables a pie con el fin de favorecer la rehabilitación del casco urbano”; lo que viene también complementado con el nuevo Plan General de Ordenación urbana (PGOU) y la modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Centro Histórico de Vélez-Málaga, “que darán un importante impulso a la vida y actividad en el centro”, añadió el regidor.

Moreno aseguró que “este proyecto contribuye a preparar a nuestra gran ciudad para un futuro de progreso, consolidando la ciudad inclusiva y social que somos, y contribuyendo a reforzar el trabajo en base a tres pilares fundamentales; el social, el económico y el urbanístico”.

El anteproyecto refleja una continuidad con la Plaza de las Carmelitas ya que se colocará el mismo pavimento aunque predominando la tonalidad más ocre. La calzada se elevará hasta el nivel de las aceras y se convertirá todo en un único espacio para el tránsito peatonal. A los laterales se instalarán bancos, papeleras, luminarias y parejas de árboles de pequeño porte situados en alcorques, dejando un espacio libre de 5,75 metros de media.