Un hombre de 41 años ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a trece años de cárcel por matar a su ex novio a botellazos tras una discusión por la reciente ruptura de la relación de la pareja e introducirlo luego en la bañera llena de agua. El crimen fue cometido en 1993, cuando el acusado golpeó de forma reiterada y contundente, con botellas de vidrio, a su ex pareja, principalmente en la cara, cabeza y cuello, hasta que le causó la muerte por politraumatismo craneoencefálico. Posteriormente metió el cadáver en una bañera llena de agua.
El acusado, natural de Rumanía, huyó y fue detenido en Francia en 2001, cuando utilizaba otra identidad. Volvió a fugarse y de nuevo fue detenido en 2009.
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