Suspenso para las prefabricadas

El inicio, sólo para algunos, del curso en el colegio Gregorio Marañón de La Cala del Moral, era una crónica anunciada. Desde la semana pasada, los padres ya se habían quejado al Ayuntamiento y a la Delegación de Educación porque no querían esas aulas prefabricadas para sus hijos. Un largo rosario de razones son motivo de sus quejas: no están adaptadas a los cursos de Infantil, no tienen ventilación ni luz natural o canalizaciones de agua, y tendrán que convivir con los coches de los profesores ya que se encuentran junto al aparcamiento.

Ayer se concentraron a las puertas del centro educativo para volver a reivindicar unas clases dignas. Finalmente, fueron los padres, y no sus hijos los que entraron a clase. Los barracones seguían prácticamente con las mismas deficiencias. "Mis hijos no van a entrar", comentaban indignados de uno a otro mientras que el director les permitía visitar las instalaciones.

Fueron entrando por grupos y las protestas iban aumentando. Los lavabos se habían adaptado, pero no cambiados por unos de menor tamaño para Infantil y las aristas estaban redondeadas con cinta aislante. El cristal superior de la puerta de entrada seguía roto, y el de abajo, ni está.

No obstante, y pese a todos los defectos -falta de barandillas en la rampa y barrotes por donde caben los pequeños- lo que más preocupa a los padres sigue siendo la ubicación y la falta de un plan de evacuación. "No existen medidas de seguridad suficiente. Las aulas están sobre un muro que han tenido que retranquear 20 metros y que no es estable", explicaba Mari Carmen González de Lara, presidenta de la AMPA. "Como aquí nunca ha habido inundaciones sólo falta que llueva y se lleve las prefabricadas con los niños dentro", ironizaba Carlos Campillos, el padre de una menor de 4 años sobre los problemas de filtración de agua. Junto a él, otro progenitor salía con cristales en la mano, y con quejas sobre el material o la limpieza. Las críticas no pararon durante toda la mañana. Por ello, los padres de estos casi cuarenta niños de 3 a 5 años del centro se reunirán esta tarde para tomar una decisión. No descartan iniciar movilizaciones. Por su parte, la edil de Educación, Eulalia Serrano (PSOE) aseguró que el centro estaba en orden y que reúne todas la garantías e informes de seguridad. No obstante, advirtió que "si los padres lo ven inadecuado están en su derecho de acudir a las instancias pertinentes, que no es el Ayuntamiento". Sobre el plan de evacuación indicó que es obligación del centro cumplir con la normativa que marca la Junta de Andalucía. Mientras tanto, los padres siguen con el suspenso como nota.