Arte de la digresión


Debe buena parte de su celebridad a las famosas Confesiones donde el "inglés comedor de opio" relataba las delicias y los dolores asociados a su adicción a la adormidera, pero Thomas de Quincey, autor de memorables ensayos como La rebelión de los tártaros o Del asesinato considerado como una de las bellas artes, escribió miles de páginas que publicaba en diarios o revistas y sólo al final de su azarosa vida comenzó a reunir en volúmenes. Si hace unos años conocimos los Bosquejos de infancia y adolescencia (Sexto Piso) que integran, junto al primer título mencionado, Suspiria de profundis y Memoria de los poetas de los Lagos, la espléndida serie de sus libros autobiográficos, podemos leer ahora, de nuevo gracias a la traducción de Andrés Barba, dos nuevas muestras del talento de De Quincey para la divagación ensayística, cultivada con esa mezcla de ingenio, erudición y buen humor que convierte cualquiera de sus textos en una amenísima invitación a los placeres del pensamiento y la buena escritura.
Publicados en la década de los cuarenta del siglo antepasado, tanto el breve Conversación como los cuatro artículos reunidos con el título de Estilo, ejemplifican el proverbial encanto de una prosa "absolutamente imprevisible" que el inspirado De Quincey desarrolla con admirable desenvoltura, encadenando las digresiones -rey del excurso, lo llama Barba- de un modo fluido que rehúye el enfoque sistemático en favor de la libre asociación de tiempos o de conceptos. El primero reivindica, frente al "estudio privado y solitario" o los enojosos soliloquios de los acaparadores o los raconteurs -"no hay nada más insufrible que un cuentacuentos, una molestia tan espeluznante que habría que acabar con ellos a garrotazos"- las cualidades de la conversación coloquial como "una de las más floridas y alegres artes del intelecto". El segundo, donde trata de muchos temas y de ninguno, prueba en su mismo despliegue que el estilo "limpio de verborragia", objeto no siempre apreciable de su desparramada inquisición, es lo que distingue a los escritores verdaderamente grandes.
ESTILO
Thomas de Quincey. Trad. Andrés Barba. Páginas de Espuma. Madrid, 2016. 176 páginas. 19 euros
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