Ayer, se deshojó al fin una de las margaritas que llevaba tiempo deshaciendo el Unicaja, la de Carlos Suárez. El alero madrileño se desvinculó finalmente del Real Madrid y nada más quedar libre estampó su firma en el contrato que le convierte en jugador cajista para la próxima temporada, con opción a una segunda. Así se cerraba un capítulo más que extraño en el movido verano que se está viviendo en las oficinas de Los Guindos. Tras ser descartado, con argumentos sólidos, por algunos miembros de la entidad, finalmente la insistencia de Joan Plaza, el hombre fuerte en la confección de la plantilla, fue tomada en consideración. El técnico apostó por su fichaje al ver cómo evolucionaba el mercado y tras conocer que Pablo Laso no contaría con el madrileño para la próxima temporada.

Tras la petición directa de Plaza al presidente, se activaron los mecanismos para negociar su llegada. El alero de 27 años es una pieza cotizada por su condición de cupo y por el potencial que demostró en su etapa estudiantil. De ahí que llamase la atención de clubes foráneos y nacionales. Montepaschi Siena estuvo tentándole durante varias semanas, hasta que apareció el interés cajista. A partir de ahí, la decisión de Suárez estaba prácticamente tomada, aunque la irrupción del Valencia Basket con una oferta que triplicaba económicamente a la malagueña hizo tambalear la operación.

Finalmente, la Euroliga pesó más en favor del Unicaja que se llevó el gato al agua y ya contaba con el sí del jugador a expensas de su desvinculación con el Real Madrid, algo que por temas burocráticos no se pudo empezar a tratar hasta primeros de agosto. Tras unos días de negociaciones, cristalizó el adiós al conjunto blanco y, a su vez, la oficialización de su llegada al equipo de Joan Plaza.

El propio jugador se despedía ayer mismo de su antigua afición: "Han sido 3 años maravillosos los que he pasado en la casa blanca. He vivido cosas que jamás pensé que viviría. Dejo grandes amigos, pero ahora empiezo una nueva etapa en un gran equipo como Unicaja", escribió en Facebook.

Con él, se refuerza la posición de tres y se cierra el perímetro. Se une a Kuzminskas, Toolson y Granger, los primeros en llegar en este periodo estival. Eso sí, su llegada precipitará la salida de Zoran Dragic, que tenía muy avanzada su cesión al UCAM Murcia, pero que, según La Opinión de Málaga, cuenta también con un interés del Cajasol que le ha hecho frenar su marcha al conjunto murciano para valorar la oferta de Aíto García Reneses.

Suárez formará pareja de aleros con Kuzminskas. Toda una combinación entre veteranía y juventud. El madrileño, pese a sus 27 años, cuenta con una trayectoria importante en España y en Europa, mientras que el lituano afronta su primera experiencia fuera de casa y necesitará algo más de tiempo para adaptarse. Ambos conformarán una de los dúos más altos de toda Europa.

Pese a no ser una posición a reforzar en la planificación inicial de la plantilla, el Unicaja decidió aprovechar la oportunidad que le brindó el mercado y se ha hecho con los servicios de Carlos Suárez, eterno aspirante a la selección y un nuevo cupo nacional para la plantilla. Plaza ya le tiene a sus órdenes, queda ver qué partido puede sacarle después de un año plagado de luces y sombras.