El jeque del Málaga sigue siendo la figura con más interrogantes a su alrededor. Casi tantos como el proyecto del club desde los problemas económicos que arrastran desde agosto y, como consecuencia, la sanción impuesta por la UEFA a finales de 2012 vetando la participación del equipo en competiciones europeas durante una temporada, en caso de clasificarse durante los próximos cuatro años. Sobre esos temas se pronuncio el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante los Desayunos informativos del Grupo Joly.

Si, físicamente, no hay noticias de Al-Thani desde octubre del año pasado, el alcalde no es que haya avanzado mucho en ese aspecto. "Ya quisiera yo saber qué pasa con el jeque", afirmó De la Torre, que se puso en contacto con la embajada de Catar en Madrid para mandar dos mensajes: "Me he reunido dos veces con ellos para transmitir, por un lado, el reconocimiento de la ciudad a un catarí que ha hecho mucho por el club y, por otro lado, la esperanza y la ilusón de que eso mucho hecho no se quede en agua de borrajas sino que haya un compromiso firme".

El incierto futuro del proyecto es un camino con varias salidas posibles. El cambio de propietario es uno de los que podría mantener el alto potencial del conjunto, una economía fuerte con un nivel semejante al de Al-Thani cuando desembarcó en la Costa de Sol. En esa misma vía parece estar indagando De la Torre, siempre dentro de los cataríes. "He hecho más gestiones en ese sentido, no sólo en relación al actual propietario, sino que puede haber otros propietarios que fueran de Catar. Me moveré en esa dirección, lo intentaré y espero llegar a tiempo en relación a los plazos del club", añadió el alcalde.

La mayor consecuencia de los problemas económicos fue la sanción de la UEFA, situación complicada por la polémica actuación arbitral en la eliminación ante el Borussia Dortmund. Entre medias, De la Torre mandó una carta a la UEFA y la contestación del presidente no fue excesivamente optimista. Ante la cuestión de si la misiva decía que el Málaga debía estar al día con Hacienda, con sus empleados, proveedores y otros clubes y le pedía a la afición que en vez de mirar a la UEFA mirara al jeque, De la Torre asintió y añadió: "La carta fue en esa dirección: que defiende el juego limpio, que los clubs no gasten más de lo que tienen porque eso crea una situación de inestabilidad y de competencia desleal y que la competencia se haga desde la capacidad de cada club. Esas son un poco las reglas del juego que se han planteado".