El ciclo de la vida afecta a todos los deportistas. A todos menos, quizá, a Miguel Ángel Jiménez. Era ya cuarentón cuando salió Málaga Hoy a la calle y ahí sigue, a sus 55 años, consiguiendo logros y explorando territorios para el golf español en el circuito senior, el panteón para mayores de 50 años en el que hay batallas de mucha calidad en las que el churrianero aún sale victorioso. Capaz de alzar la Jarra de Clarete en la catedral del golf, St Andrews, o fumarse un puro tras ganar en Alabama.

Jiménez es la excepción de un deporte de alto nivel que, en 15 años, suele quemar una etapa. Borja Vivas y Duane da Rocha eran pipiolos allá en 2004, grandes promesas, y ahora su carrera se acaba o ya se terminó. A sus espaldas, decenas de títulos nacionales y medallas europeas que marcaron una época en el deporte malagueño. A nivel olímpico, tres lustros en los que el baloncestista Berni Rodríguez (Pekín’08), la balonmanista Marta López (Londres’12) y el snowboarder Regino Hernández (Pyeongchang’18) pisaron el podio de unos Juegos, culmen de todo deportista. Y, si todo cuadra, en Tokyo podría haber un póquer de jóvenes malagueños que nacieron en 1999 y que anuncian una nueva época, tenían cinco años cuando este periódico salió a la calle. Son el futbolista Brahim Díaz, la nadadora Paula Ruiz, el tenista Alejandro Davidovich y el atleta Ouassim Oumaiz.

La generación del 99, con Paula Ruiz, Alejandro Davidovich, Brahim Díaz y Ouassim Oumaiz, llamada a marcar una época en Málaga

Sus nombres y apellidos delatan el mestizaje, hay genes rusos, suecos y marroquíes, pero todos son nacidos en Málaga y ejercen como tales. Oumaiz ya es subcampeón europeo sub 20 y campeón nacional absoluto de cross;Davidovich ganó Wimbledon junior y ya huele el Top 100 mundial, ha ganado a varios tenistas del Top 50; Brahim ya no el niño prodigio que deslumbraba en los campos de albero de la provincia sino un futbolista del Real Madrid tras pasar el Manchester City; y Paula Ruiz pega fuerte a nivel absoluto tras ser campeona del mundo de aguas abiertas.

En 15 años se evaluarán sus carreras. Es el ciclo de la vida. Seguro que hay hoy un puñado de niños y niñas que salen de la guardería que entonces llenarán estas páginas.