El litoral de la costa Este de la provincia de Málaga guarda muchas zonas de tranquilidad, alto valor ecológico y rincones sorprendentes. Es una zona peculiar por su geografía, flanqueada por las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama en la parte oriental, con acantilados en parte de su litoral pero también zonas de buenas playas y sitios en el que se siente el sabor del mar de una manera especial. La Caleta de Vélez es uno de esos lugares en los que el mar se siente de un modo diferente. Es un pueblo pequeño, que pertenece a Vélez Málaga, en el que hay un puerto pesquero y deportivo, parte de su población trabaja en el sector pesquero y hay buenas playas y lugares en los que relajarse.

Está a poco más de 35 kilómetros de la capital malacitana y se encuentra en un punto de la provincia que tiene a pocos minutos lugares como la Cueva de Nerja, los acantilados de Maro y Cerro Gordo; o puntos de interior de La Axarquía como Sayalonga, una bonita y peculiar localidad con pasado masón; la propia Vélez Málaga; la Cueva del Tesoro del Rincón de la Victoria y otros lugares de interés. Además, está en una pequeña bahía que ha tenido gran actividad comercial y humana durante milenios. No en vano, el antiguo nombre de la localidad era Pago de Trayamar, que comparte localización y nombre con la necrópolis fenicia de Trayamar. Un rico yacimiento arqueológico que se puede visitar y que es uno más de los lugares con vestigios fenicios de la zona.

Es ideal para un día de playa o un buen paseo en las mejores horas del día, el atardecer es especialmente bonito desde su franja litoral y su playa, acogedora y normalmente tranquila. Además, hay sitios muy recomendables para probar el pescado de la zona. El Bar El Calderón puede ser una de las opciones para comer pescado fresco en el entorno del puerto, pero también ChinChín Puerto, o el Bodegón Caleta, que aunque no tiene un sitio tan cercano al puerto como los anteriores también es un sitio estupendo para comer que, además, tiene carnes a la brasa. Son tres ejemplos, pero hay más en esta zona que aprovechan la materia prima marina que aporta el puerto del La Caleta de Vélez. En todos es recomendable preguntar qué es lo mejor de ese día en cuanto a calidad y precio, y dejarse guiar por los camareros. Además, quienes disfruten con la ensaladilla rusa, tienen opciones en estos lugares para comparar el toque peculiar de cada una. Pero los pescados fritos, a la plancha y el marisco fresco son las viandas imprescindibles si se come en la localidad.

La playa del municipio está, más o menos, dividida en tres tramos que completan entre un kilómetro de costa perfecta para un día de tranquilidad, sol y baños. Suele ser una parte tranquila del litoral malagueño, aunque como todos los sitios con mar, el verano hace que el público suba notablemente, en especial los fines de semana. Entre semana no hay tantos visitantes y el entorno recupera su saber típicamente marinero en esta parte del litoral malagueño.