Es uno de los edificios más populares de la costa malagueña y este año vuelve a ser elegido por artistas de todo el mundo para conciertos con gran cantidad de público, el de Louis Tomlinson ha sido uno de los últimos en confirmarse. El primer cuarto del siglo XXI le ha deparado a la construcción ser una de las referencias turísticas del litoral malagueño en el que se celebran muchos de los conciertos más señeros del verano y bastantes eventos para la diversión del público local y foráneo. Tiene unos jardines y una zona de recreo y expansión en torno a la villa de Fuengirola, una playa para perros en sus proximidades y una playa con el encanto de su historia marítima justo delante. Es uno de esos lugares de obligada visita que guarda siglos de historia a sus espaldas.

El monte en el que se asienta ha estado habitado, al menos, en los últimos 26 siglos. Hay fuentes antiguas que citan asentamientos fenicios en el siglo VI antes de Cristo, en torno al siglo II AC se romanizó, aunque en la zona se han encontrado restos fenicios, romanos y también aborígenes. A la orilla del río Fuengirola, con una situación clave para dominar la costa y los terrenos en los que hoy se asienta el municipio moderno, y conexión directa con las canteras de mármol de la sierra de Mijas. La ciudad romana de Suel, comunicada con el resto del imperio por la Vía Aurelia fue un punto importante de comercio, fábrica de garum, proveedor de alimentos marítimos y punto de conexión para la venta del mármol y otros áridos de la sierra. Citada por los principales historiadores de hace dos mil años, tenía el estatus de municipio romano en gran parte del dominio mediterráneo de los romanos y pertenecía al conventus gaditanus, que a su vez formaba parte de la provincia de la Bética.

Pero el castillo de Sohail se atribuye a Abderramán III, el primer califa de los Omeya cordobés. Fue él el que transformó un edificio defensivo en una alcazaba. Para ello primero tuvo que recuperar el control total de la zona. La odisea de Omar Ibn Hafsún también interfiere en la historia del castillo de Sohail, las casi cuatro décadas de desestabilización a las que sometió al emirato cordobés se unieron a los enemigos que Abderramán III tenía al otro lado del Mediterráneo. Dominada la zona, el máximo mandatario manda construir la fortificación y para ello se sirven de las ruinas de Suel. La fecha exacta está cercana al año 923 y aún pasarían cuatro siglos y medio en los que la construcción fue una de las más importantes de la zona.

¿Por qué se llama Sohail el castillo?

La fortificación adaptó el nombre de Suel, la localidad a su alrededor al árabe del Sur de la península ibérica, así que pasó de llamarse Suel a Sohail. Algo que cambiaría con la conquista cristiana que poco a poco iría refiriéndose a la localidad por las fuentes de agua que brotaban de las inmediaciones. Pero hubo un verano en el que el sino del edificio cambió. En la primera semana de agosto de 1485, los Reyes Católicos asediaban el castillo de Sohail, el día 7 tomaban la ciudad y el castillo quedó terriblemente dañado. Fue reconstruido y dese entonces ha tenido bastantes obras en función de las necesidades de cada época. En tiempos de Carlos I, tuvo foso para ser más eficaz contra los piratas, vivió tiempos de gran fortificación cuando los ingleses aumentaron su presencia en el Mediterráneo a raíz de su dominio de Gibraltar. Como otros puntos de la costa, Sohail era necesario para defender la costa y tenía también la misión de proveer a los barcos de agua dulce gracias a los manantiales que había en torno al edificio y al propio río que lo rodea.

Su uso militar duró hasta que las desamortizaciones del siglo XIX en España lo pusieron en manos privadas. Esto duró hasta mediada la década de los 80, cuando acaba el Ayuntamiento de Fuengirola haciéndose cargo del edificio que, poco a poco, se ha ido transformando hasta lo que es hoy: un punto de atracción turístico en el que se celebran grandes conciertos y que sirve de zona de recreo a una de las localidades más pobladas del litoral malagueño.