El pueblo de Málaga que es poco conocido pero resulta ser una joya escondida entre dos parajes naturales sin parangón

Entre la Sierra de las Nieves y la Serranía de Ronda late un destino con historia, naturaleza y tradiciones únicas: El Burgo

Su patrimonio, sus rutas de senderismo y su gastronomía lo convierten en una visita imprescindible en Málaga

El río Turón y sus bosques de pinsapos rodean a este enclave de belleza singular que debes visitar en otoño

Una imagen aérea de El Burgo. / malaga.es

Entre las montañas del interior malagueño, abrazado por las majestuosas Sierra de las Nieves y Serranía de Ronda, se encuentra El Burgo, un pueblo de Málaga cargado de historia y naturaleza que sorprende a quien lo descubre. Situado a unos 70 kilómetros de la capital, este enclave combina un legado patrimonial que abarca desde los celtas hasta la época contemporánea, con paisajes de singular belleza donde el río Turón dibuja un entorno de gran riqueza ecológica.

El Burgo se sitúa a casi 600 metros de altitud, en un escenario donde los bosques de pinsapos, encinas y pinos se mezclan con los cauces fluviales que riegan el municipio. Formar parte del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, declarado también Reserva de la Biosfera por la UNESCO, le otorga un valor natural excepcional. Sus alrededores ofrecen parajes de gran interés como el Tajo del Valle de Lifa, la zona de La Fuensanta o las riberas del río Turón, además de rutas que recorren la cuenca alta de este afluente.

Huellas de la historia: de los celtas a la época andalusí

Los orígenes de El Burgo se remontan a asentamientos celtas, a los que siguieron cartagineses y romanos. Estos últimos otorgaron a la villa el privilegio imperial por ser lugar de paso estratégico de sus legiones. Posteriormente, durante el dominio musulmán, la localidad formó parte de los territorios de Omar Ben Hafsun y su fortaleza, el Castillo de Miraflores, tuvo un papel defensivo destacado. Aunque fue dañado por el terremoto de 1755, aún conserva restos que evocan su importancia.

Tras la conquista de los Reyes Católicos en 1485, El Burgo pasó a formar parte de los territorios realengos y en el siglo XVI comenzó a erigir algunos de sus principales templos. Uno de los episodios más conocidos de su historia reciente se vincula al bandolero Pasos Largos, nacido en la localidad en 1870, cuya figura forma parte de la memoria popular de la comarca.

La ermita de San Sebastián. / malaga.es

Patrimonio arquitectónico y religioso

El edificio más representativo de El Burgo es la iglesia de la Encarnación, declarada Bien de Interés Cultural. Construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita, destaca por su estilo gótico-mudéjar, la bóveda estrellada del altar y la torre campanario que se levanta sobre los restos del alminar islámico.

La puente sobre río Turón y la Acequia del Molino. / malaga.es

Otros templos relevantes son la iglesia de San Agustín, que custodia la imagen de la Virgen de las Nieves del siglo XVI, y la ermita de San Sebastián, de estilo gótico tardío, erigida en el siglo XV. A ellos se suma el Puente de Málaga, de origen romano, y la AcequiaMedieval, vinculada a la tradición agrícola junto al río Turón.

Miradores y entornos naturales

El Mirador del Guarda Forestal, declarado Monumento Natural en 2011, ofrece una de las mejores vistas de la cuenca alta del río Turón y de la Sierra de las Nieves. Situado a 900 metros de altitud, permite contemplar un mosaico de bosques y montañas que enmarcan la localidad.

En el entorno inmediato, destacan enclaves como el Molino de la Fuensanta, del siglo XVIII, o el salto de agua del Dique, que forman parte de la riqueza etnográfica y natural del municipio.

Fiestas y tradiciones

El calendario festivo de El Burgo refleja su identidad cultural. La Feria de San Agustín y la Romería de la Virgen de la Fuensanta, a finales de agosto, son momentos señalados en el verano. En febrero, coincidiendo con el Día de Andalucía, se celebra la Fiesta de la Sopa de los Siete Ramales, plato tradicional elaborado con productos básicos del campo.

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La Semana Santa cuenta con una de las celebraciones más singulares de la comarca: el Domingo de Resurrección se escenifica el encuentro entre la Virgen de la Medalla Milagrosa y el Corazón de Jesús, seguido de la Quema del Judas, declarada Fiesta de Interés Turístico Andaluz. En otoño, la Recreación Histórica Pasión Bandolera revive el siglo XIX con representaciones teatrales en las que participa buena parte de la población.

Gastronomía tradicional

La cocina de El Burgo está marcada por recetas ligadas al entorno rural. Entre los platos más representativos se encuentran los guisillos de espárragos, el cabrito o la caldereta, además de dulces como los roscos tontos y las tortas de masa. Sin embargo, la receta más emblemática es la Sopa de los Siete Ramales, símbolo de identidad local que rememora la cocina de subsistencia de tiempos difíciles.

Una joya en el corazón de Málaga

Con su estratégica ubicación entre la Sierra de las Nieves y la Serranía de Ronda, su patrimonio histórico y sus tradiciones vivas, El Burgo se presenta como un municipio que conserva la esencia de los pueblos de interior. Su historia, marcada por distintas civilizaciones, y sus recursos naturales lo convierten en una joya escondida dentro de la diversidad paisajística de Málaga.

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