La decisión de la Gerencia de Urbanismo de no volver a sacar a subasta dos de los edificios afectados por el fenómeno de asustaviejas provocó ayer la reacción del Defensor del Ciudadano en la provincia, Francisco Gutiérrez, responsable de que en los últimos años se hayan conocido muchos de los casos de acoso inmobiliario ocurridos en Málaga capital. "Hay una dejación total y absoluta por parte de la Gerencia en sus obligaciones en un caso tan claro como el de Mariscal, 3 y 5", sentenció Gutiérrez, quien recordó que las quejas por la inacción de la propiedad de estos inmuebles en el deber de conservación se remontan a 1997.

"Que ahora se diga que no se puede hacer nada me parece poco serio y muestra una pésima actuación por parte de este departamento", apostilló. Para el Defensor del Ciudadano la intervención del Ayuntamiento en los casos de asustaviejas "contrasta con la celeridad con la que suelen tramitar las peticiones de ruina por parte de los propietarios". "Hay dos varas de medir, una para cuando los perjudicados son los inquilinos, y otra, para los propietarios", añadió.

Asimismo, reclamó que el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, diga "cómo es posible" que desde 1997 se le esté mandado escritos y órdenes de ejecución al propietario y "éste se ría de la Administración". Gutiérrez, además, señaló que a día de hoy sigue habiendo dos mujeres mayores en Mariscal, 5, que no tienen agua.

En la misma línea, la concejal del PSOE Mariluz Reguero reclamó al equipo de gobierno que dé una solución al problema en el se encuentran los inquilinos de estos pisos y no eluda sus obligaciones. La solución que, a su juicio, debería adoptar pasaría por expropiar los dos inmuebles, dando una vivienda alternativa a los vecinos que los habitan. Reguero anunció la presentación de una moción al próximo Pleno con este asunto.

Preguntado por la decisión de Urbanismo, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, consideró que va a permitir "ir más rápido en el proceso, puesto que hay libertad para venderlos de manera directa y buscar alguien interesado". No obstante, en sus palabras admitió un error a la hora de valorar el precio de subasta que fijó originalmente la Gerencia de Urbanismo, de casi 2,5 millones. "Si ha quedado desierto es porque el precio y las circunstancias de ese inmueble no cuadran", dijo, al tiempo que abogó por "dialogar con libertad y encontrar un promotor que pueda abordar este tema".