Hace años que los drones sobrevuelan el campo. La llamada agricultura de precisión es una realidad en cultivos como el almendro o la viña y ahora llama a la puerta de las plantaciones de hoja perenne, como el olivar.

El grupo operativo de agricultura de precisión con drones aplicado al olivar, formado por Asaja, el centro Atlas, el Ifapa, el laboratorio Olivarum y la Universidad de Jaén, está a punto de poner el punto y final a un proyecto que durante dos años ha perseguido modernizar este tradicional sector con los últimos avances tecnológicos.   

Los drones han sobrevolado durante meses varias fincas de Málaga, Córdoba, Jaén, Granada y Almería con el objetivo de recolectar imágenes aéreas del estado nutritivo, sanitario y fisiológico de los árboles. De ellas se obtendrán una serie de datos y parámetros que darán forma a un sistema tecnológico pionero capaz de precisar las necesidades del olivar, incluso árbol a árbol, mejorando así la sostenibilidad del cultivo, el uso de los recursos y reduciendo costes.

Sobre el terreno, los drones sirven como soporte principal. Dotados con una serie de sensores, son capaces de monitorizar parámetros claves del olivar para que el agricultor conozca, por ejemplo, si necesitan ser regados, en qué zona están comenzando a surgir malas hierbas o si el suelo precisa determinados nutrientes. 

En líneas generales, realiza un examen del estado del cultivo, una "foto muy exacta" no solo de una plantación concreta, "sino del estado de cada una de las zonas de su plantación para aplicar de manera mucho más selectiva cualquier tipo de tratamientos fitosanitarios", ha explicado el responsable del Centro de Vuelos Atlas, Anastasio Sánchez.

"Eso puede revertir también en un ahorro de productos, en una sostenibilidad mayor para el olivar. Lo que tradicionalmente se ha hecho a través de análisis foliares podrá en un futuro no muy lejano ser recopilado de manera mucho más precisa y más rápida por técnicas de la agricultura de precisión", ha remarcado.   

"El presente y el futuro ya está aquí ya está aquí y hay que empezar a cultivar con estas nuevas tecnologías", ha afirmado por su parte Baldomero Bellido, presidente de Asaja Málaga. A su juicio, es necesario "darle un trato preferencial" a esta herramienta, que "supone el punto de partida para rentabilizar las explotaciones".