El conflicto abierto entre los agentes de Medio Ambiente y la delegación territorial de Málaga por la limitación del gasto de combustible sigue latente. De hecho, fue uno de los asuntos que se pusieron sobre la mesa en una reunión de coordinación que tuvo lugar el pasado jueves por la mañana en Málaga.

La explicación dada a los agentes no es muy diferente de la ofrecida por el delegado territorial de Medio Ambiente, Javier Carnero, que achacó esta toma de decisiones a Sevilla. No obstante, a los afectados sí que se les habría dicho algo más, al explicarles que las medidas tomadas están encaminadas a contener un gasto que podría llevarles a quedarse sin presupuesto para los meses de verano, una situación que de este modo se pretende explicar, indican fuentes conocedores del contenido de dicho encuentro.

Además, tras denuncia pública realizada por la asociación de agentes de Medio Ambiente de Andalucía (Aamaa), desde Sevilla se habrían pedido informes para conocer la especial situación que se defiende desde este colectivo que tiene la provincia de Málaga. "Aquí no tenemos solo playa", dice una de las fuentes del colectivo consultada, una afirmación que resulta evidente pero que mantienen que en ocasiones hay que explicar a los responsables regionales para que entiendas las peculiaridades de la amplia zona forestal que tiene todo el interior de la provincia y muchas zonas limítrofes con las zonas de costa. Una extensión tan amplia de terrero que estas fuentes insisten, al igual que denuncio la Aamaa, en la imposibilidad de realizar un control mínimo de las mismas con la limitación del combustible. La petición de informes podría ir encaminada a establecer un protocolo de actuación y que los agentes tengan un informe claro de cómo deben de actuar en cada una de las situaciones que se les pueden plantear. No obstante, existen muchas reticencias sobre que los informes solicitados vayan a tener un traslado real a la situación y se vayan a poner soluciones.

Por otra parte, los responsables provinciales habrían puesto matices a que realmente se haya realizado una restricción del gasto de combustible, alegando que las tarjetas que tienen los agentes a su disposición no han sido limitadas, por lo que podrían echar combustible en caso de necesidad. "No han limitado las tarjeras, pero tenemos una orden de nuestros superiores diciendo lo que podemos gastar", explica desde la Aamaa un portavoz.