Nora Luque, un retrato generacional a los 20

20 AÑOS DE 'MÁLAGA HOY'

La joven, en el umbral de la vida adulta, reflexiona sobre su futuro mientras cumple años junto a 'Málaga Hoy'

Nora Luque, el prodigio de la vida

Nora Luque
Nora Luque / Carlos Guerrero

Nora Luque, una joven estudiante, encarna la voz de toda una generación que, al igual que ella, se enfrenta a los desafíos, miedos y preocupaciones característicos de quienes están dando sus primeros pasos en la vida adulta. Hoy, hace 20 años que empezó esta aventura a la que llamamos vida, pero no se trata de una fecha cualquiera, la malagueña comparte cumpleaños con este periódico, que salió a la luz por primera vez un 16 de mayo de 2004.

Desde entonces, han pasado muchas cosas. Actualmente, se encuentra cursando el segundo año de Educación Primaria en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UMA. A pesar de que su decisión inicial generó sorpresa, Nora está segura de su vocación: "Se trata de una carrera muy desprestigiada. Como saqué muy buenas notas en selectividad, muchas personas me dijeron que tenía capacidad para estudiar algo más difícil, como restándole importancia a la carrera de Educación, cuando en realidad requiere compromiso y constancia, y al terminar toca hacer oposiciones, que no son nada sencillas".

La crisis de los 20

Como cualquier persona a su edad, Nora sigue en busca de su lugar en el mundo. Sueña con un futuro en el poder cumplir sus aspiraciones, y sobre todo viajar. Quizá vivir un tiempo fuera de España, señalando Noruega con una posible opción por su particular y diferente sistema educativo, del cual le gustaría aprender.

Sin embargo, no le avergüenza admitir estar también llena de dudas, miedos e incertidumbre. "Me asusta mucho la muerte", confiesa, "el tiempo pasa muy rápido, madurar da miedo y a veces siento que no quiero crecer todavía. También me aterra que mis sueños no se cumplan, no vivir lo suficiente. Nos dicen que estudiar es nuestra obligación, y es verdad, pero no tendríamos que darle tanta importancia. Luego en 30 o 40 años, al mirar atrás, pensaremos; tendría que haber estudiado o trabajado menos, y haber vivido más".

Nora también afirma ser consciente de las dificultades que enfrentan los jóvenes en España: "A veces me comparo con lo que habían conseguido mis padres a mi edad y me siento estancada. Pensaba que a estas alturas podría estar independizada, pero pasa el tiempo y lo veo cada vez más lejano. El tema del alquiler está cada vez peor, y encima el sueldo de profesor tampoco es que sea grandísimo".

El sistema educativo

A pesar del amor hacia la que será su futura profesión, también es consciente de los desafíos que enfrenta el sistema educativo español, marcado por la falta de "estabilidad" en las políticas educativas, que dificulta la labor de los docentes y afecta la calidad de la enseñanza. "La ley, que la que está en vigor actualmente es la Ley Orgánica 3/2020, te dice cuales son los contenidos que hay que trabajar en las aulas, y no tengo quejas respecto a eso. Pero lo que veo fatal, es que estas leyes cambian constantemente dependiendo del partido político que gane las elecciones, sin tener en cuenta el trabajo que supone para los niños y docentes adaptarse a esos cambios constantes."

Pero sí algo tiene en claro Nora como futura docente, son las cualidades que definen a un buen profesor, y estas son la paciencia, y sobre todo "saber escuchar a los niños". Además, confiesa que su experiencia en las prácticas que ya ha realizado en algunos centros le han enseñado la importancia de conocer la calidad de vida de los alumnos fuera de clase: "Hay que estar pendiente de detalles, si vienen sin ducharse, con la ropa rota o manchada, si los padres les ayudan con los deberes. El problema es que las clases son muy grandes y con muchos niños, y seria necesario reducir la cantidad de alumnos para poder darles un trato personalizado a cada uno".

"A mí esto es lo que me gusta, y estoy feliz muy feliz con ello", añade Nora, que además destaca el papel tan importante que tienen los docentes al contribuir en la educación de las personas que formarán la sociedad del futuro. "Al final la educación es la base para crear a gente buena y con valores", comenta.

Las relaciones en la era digital

Ninguna generación es igual a su predecesora. La sociedad evoluciona y las personas cambian, al igual que cambia la forma y los patrones que marcan las relaciones humanas. Y si hay algo que condiciona las relaciones en la actualidad, eso son las redes sociales.

Nora se considera tradicional en este sentido: "No me descargué Instagram hasta en año pasado, con 19 años. Pensaba que era algo que no me aportaba nada, pero es que al final todo el mundo se relaciona a través de las redes. En cuanto a relaciones sentimentales, llevo con mi pareja desde el instituto, pero es verdad que eso no es lo normal, y la gente se sorprende. Hoy en día todo es muy efímero, y es complicado tener algo estable, y creo que las redes tienen mucho que ver".

Además, la joven observa que a los niños se les expone a las redes sociales a una edad muy temprana, convirtiéndose en una generación que se ha criado con un móvil en la mano. "Los niños se han acostumbrado a la inmediatez, a la rapidez, y esto es malo; primero porque no tienen tiempo de aburrirse, y aburrirse es bueno para desarrollar, por ejemplo, la creatividad. Segundo, porque cada vez su capacidad de prestar atención es menor. Ahora se consume TikTok más que YouTube, dónde los estímulos son constantes y el contenido más breve. Si a los niños les cuesta trabajo prestar atención a un video de 3 minutos, difícilmente van a prestar atención a una hora de clase".

Inteligencia Artificial

No es algo nuevo la rapidez con la que se está extendiendo el uso de la Inteligencia Artificial. Tampoco es un secreto el hecho de que la gran mayoría de los estudiantes ya las utilizan en su día a día. Respecto a este fenómeno, Nora confirma que en la facultad, tanto ella como sus compañeros hacen uso de la IA. Aunque comenta que los profesores les enseñan a aplicarlas a modo de guía, para agilizar la carga de trabajo que tienen, muchos estudiantes las siguen utilizando de forma inapropiada.

La posición de la joven es clara: "Como futura docente, creo que es importante inculcar a los alumnos un buen uso de la IA, pero como un simple recurso, porque si se abusa de este uso podría afectar a largo plazo al desarrollo de la creatividad, y la creatividad es algo esencial que hay que fomentar. Es lo que hace único a cada niño. Al final, por mucho que se intente, no se puede prohibir el uso de la IA, eso sería poner una barrera a la realidad, es algo inevitable".

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