Obra del Metro de Málaga

Los arqueólogos toman el mando junto a El Corte Inglés

  • 22 operarios trabajan ya en las excavaciones en el tramo Renfe-Guadalmedina 

  • Se prevé desenterrar restos del siglo XI, de la época musulmana

Vista aérea de los trabajos del Metro en la Avenida de Andalucía.

Vista aérea de los trabajos del Metro en la Avenida de Andalucía. / Javier Albiñana

De nuevo los chalecos amarillos, los cuerpos encorvados con las brochas lamiendo la tierra y el polvo sobre la piedra. De nuevo los arqueólogos y el Metro, un matrimonio inseparable desde el origen mismo del proyecto del suburbano. La estrecha relación entre la modernidad de la nueva infraestructura y el pasado de la época nazarí reluce ahora en la Avenida de Andalucía, a escasos metros del centro comercial El Corte Inglés, en la antesala misma de la Alameda Principal.

La presencia de los operarios, los mismos que desde mediados de 2006 acompañan la conquista del ferrocarril urbano; los mismos que no hace mucho desenterraban los restos del fuerte San Lorenzo en la Alameda, o que, un poco más allá en el tiempo, hacían lo propio con la muralla nazarí en Callejones del Perchel, se deja notar en dos zanjas abiertas en las últimas semanas en el tramo Renfe-Guadalmedina. Una de ellas, en la parte central de la Avenida de Andalucía en dirección a Correos; el otro, en lo que tiempo atrás era la glorieta Plaza Manuel Alcántara, ahora desecha como consecuencia de las labores de construcción.

Excavación situada en la Avenida de Andalucía, en la parte del tramo hacia Correos. Excavación situada en la Avenida de Andalucía, en la parte del tramo hacia Correos.

Excavación situada en la Avenida de Andalucía, en la parte del tramo hacia Correos. / Javier Albiñana

La tarea arqueológica es clave en cuanto vaya a ocurrir en los meses próximos con la infraestructura del Metro. De su avance dependerá en buena medida que puedan cumplirse el doble compromiso asumido por la nueva Administración regional y expresados al poco de tomar posesión por el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.

Hace ahora mes y medio, en su primera visita a la capital, el dirigente dio por segura la reposición de toda la zona ahora acotada por el recinto de obra en esta parte de la ciudad en la primavera de 2020. O lo que es lo mismo, a un año vista del momento presente. Y mantuvo inalterable la hoja de ruta que debe permitir llevar los trenes hasta el centro mismo de la ciudad en noviembre de ese mismo ejercicio. Para avanzar en esa cuenta atrás, los arqueólogos pusieron pie en tierra el pasado 11 de marzo, según confirmaron desde la Consejería de Fomento, que elude precisar los plazos de la operación.

Tomando como referencia el pliego de condiciones técnicas que sirvió de base para la adjudicación de la reactivación de los trabajos en el tajo, la parte correspondiente a arqueología tiene un calendario de 262 días, si bien el tiempo correspondiente a las excavaciones en extensión se rebaja a 160 días (160 días en el túnel de maniobras de la Avenida de Andalucía; 70 días en Armengual de la Mota). No obstante, este calendario puede quedar en duda ante la “potencia” de lo que se acabe encontrando y que, al parecer, es mayor de lo inicialmente previsto.

En la actualidad, según la información oficial, son 22 los operarios que intervienen ya sobre el terreno. Aunque de manera muy inicial, las excavaciones han alcanzado el nivel del siglo XI en la parte más próxima a Manuel Alcántara, mientras que en la otra zanja se sitúa de manera más superficial en el siglo XVII. Con cada movimiento, la tarea de detalle obliga a documentar y analizar todo lo encontrado.

Las dos heridas que se perciben sobre el terreno son muescas de lo que será una excavación en extensión que deberá tocar todos los puntos del tramo, desde el punto en el que se localizará la estación Guadalmedina, en el cruce con Albert Camús, hasta la puerta misma del edificio de Hacienda.

Zanja abierta en la parte más próxima a la Plaza Manuel Alcántara. Zanja abierta en la parte más próxima a la Plaza Manuel Alcántara.

Zanja abierta en la parte más próxima a la Plaza Manuel Alcántara. / Javier Albiñana

En relación con la antigüedad de los restos que pueden ser encontrados, desde Fomento se alude a que los mismos pueden datar entre los siglos XVI y XI y se apunta como posible que el tipo de hallazgo sea semejante al que encontró en la zona de Albert Camus, donde los responsables de las excavaciones destacaron el hallazgo de la ciudad musulmana, poniendo en evidencia que la ciudad de la época era más grande de lo pensado. "Lo que se muestra es una repetición del esquema del Perchel Alto (zona del NH), con un sistema de calles y las casas alrededor", indicaron hace ahora ocho años los intervinientes en la operación. Las estructuras de piedra aparecidas eran antiguos pilares de las casas de hace siete siglos.

El proyecto de terminación de esta parte del trazado del Metro distingue dos escenarios de excavación: la Avenida de Andalucía, con una superficie de unos 4.160 metros cuadrados, y la calle Armengual de la Mota, con 1.044 metros cuadrados. Conforme a las estimaciones, se consideraba que el equipo óptimo debe estar constituido por un arqueólogo auxiliar con un equipo a cargo de ocho operarios especializados.

El espacio adecuado para desarrollar su actividad "sin pérdida de rendimiento se ha establecido en 250-300 metros cuadrados". Partiendo de la experiencia de intervenciones a gran escala en el espacio urbano de la ciudad, se considera un ratio medio de rendimiento de 9-12 metros cuadrados/día terminados.

La ya larga experiencia en la obra del Metro (a mediados de año se cumplirán trece ejercicios desde que arrancaron los trabajos en el entorno del Martín Carpena) confirma que cada paso que se da en su ejecución no necesariamente va a ser seguido de otro de manera inmediata. Los tiempos del suburbano son otros, los propios de una infraestructura gigantesca, que ahora vuelve a darse la mano con el tiempo pretérito de la ciudad.

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