20 AÑOS DE 'MÁLAGA HOY'

Preguntas y respuestas

Turistas caminan frente a un edificio de apartamentos turísticos en el Centro Histórico. Turistas caminan frente a un edificio de apartamentos turísticos en el Centro Histórico.

Turistas caminan frente a un edificio de apartamentos turísticos en el Centro Histórico. / JAVIER ALBIÑANA (Málaga)

EN un tiempo remoto, hace 20 años, Málaga no tenía AVE. Tampoco metro. El aeropuerto recibía 12 millones de pasajeros, la provincia tenía 396 hoteles y apenas 133.000 plazas en todas las categorías, los pisos turísticos no existían y el alquiler de un piso de dos dormitorios en Lagunillas no llegaba a 400 euros. Los embalses acumulaban 379 hectómetros (61,5%), el puerto no estaba abierto a la ciudad, el Museo Picasso hacía unos meses que había abierto, Virus Total nacería precisamente ese año y todavía nadie había oído hablar de Bernardo Quintero. El Málaga TechPark se llamaba entonces Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y facturaba 750 millones.

Veinte años después, la población ha crecido un 26%, hasta superar los 1,7 millones El aeropuerto registra 20 millones de pasajeros (+66%), hay 19 salidas diarias de AVE, las plazas en alojamientos hoteleros se han multiplicado por cuatro hasta llegar a 580.000, los pisos turísticos se han convertido en un fenómeno de incalculables consecuencias en todas direcciones y ahora por el alquiler de ese mismo piso de la calle Lagunillas piden 1.200 euros mensuales. Las restricciones de agua, a pesar de las últimas lluvias, son un hecho en la parte oriental de la provincia y una amenaza real en el resto, en conjunto los embalses suman 169 hectómetros cúbicos (27%). La apertura del puerto a la ciudad es un éxito incontestable, sobre el que se asoma la sede de Google traída a Málaga por Virus Total y Bernardo Quintero, mientras las empresas de Málaga TechPark facturan ahora 3.460 millones.

Este camino, con sus claroscuros y, por supuesto, también con sus sonoros fracasos, se ha recorrrido a la vez que una revolución tecnológica, una gran crisis económica y una pandemia, un camino que Málaga Hoy ha pulsado y recogido siempre empujado por la misma necesidad: la urgencia de colocar la sociedad ante el espejo, dar voz a la sociedad civil y mirar con ojos críticos. Hacer preguntas y buscar respuestas. Ya está. Todo lo anterior, es decir, la irrupción de lo digital, la crisis que ha descapitalizado económica e intelectualmente los medios de comunicación y, por supuesto, la pandemia, han agitado, cambiado y hasta vapuleado la prensa. Pero lo importante, la esencia se mantiene: las preguntas y respuestas. La necesidad de ser voz y conciencia colectiva. Por eso, si en aquella ciudad grande a la que le estallaban las costuras era importante Málaga Hoy, para la Málaga actual y la que pretende ser dentro de otros 20 años este periódico es más importante que nunca. Hacen falta preguntas y es necesario buscar respuestas. Todo lo demás es ruido.

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