Sin el atractivo mediático de los buques de crucero que han visitado por primera vez el puerto en los últimos días, esta mañana se estrenaba en Málaga el barco de expediciones Ocean Adventurer. Atracado junto al Palmeral de las Sorpresas procedente de Motril, este buque consignado por la agencia Pérez y Cía realiza un viaje entre Barcelona y Villagarcía de Arosa donde comenzará una campaña por el norte de Europa antes de cumplimentar varios viajes por el Ártico. Dedicado a las expediciones polares, el Ocean Adventurer está integrado en la flota de la compañía Quark Expeditions, una empresa norteamericana que gestiona rutas marítimas muy diferentes a las que habitualmente realizan los buques de crucero.

Con una capacidad máxima para 128 pasajeros que se reparten en 62 camarotes de ocho categorías diferentes, este barco de 101 metros de eslora y 4.376 toneladas de registro bruto está clasificado para navegar por mares helados. Ofertando expediciones de siete y quince días con precios entre 4.000 y 17.000 euros, (los viajes como el que lo ha traído a Málaga son algo menos costosos), el Ocean Adventurer propone a sus pasajeros excursiones en lanchas neumáticas para realizar fotos, trayectos en canoa e incluso acampadas en los lugares más fríos e inhóspitos del planeta.

Tiene una capacidad máxima para 128 pasajeros que se reparten en 62 camarotes

Acondicionado para este tipo de rutas, el barco que hoy está atracado en Málaga carece de muchos de los espacios de los buques de crucero al uso. Varios salones, un comedor y una amplia biblioteca destacan en las cinco cubiertas habilitadas para el pasaje; unos espacios familiares con la decoración propia de un barco clásico.

Pero con independencia de estos aspectos, lo más significativo del Ocean Adventurer es su muy extensa biografía; una carrera de mar que lo convierte en uno de los más veteranos buques de turistas de la flota internacional.

Construido en los astilleros Brodogradiliste Kraljevica de la antigua Yugoslavia, este buque integrado en una serie de ocho barcos encargados por la URSS, comenzó a navegar en 1975 como Alla Tarasova, el nombre de la primera actriz del Teatro del Arte de Moscú. Realizó viajes en línea bajo la gestión de una naviera estatal de la Unión Soviética y después de quedar parado durante algunos años, en 1997, fue rebautizado como Clipper Adventurer. Iniciaba así su carrera como buque de crucero y expedición. Tras pasar en varias ocasiones por Málaga entre los años 1999 y 2009, este veterano, en 2012 pasaba a ser gestionado por la compañía Quark Expeditions que lo renombraba como Sea Adventurer.

El buque está integrado en una serie de ocho barcos encargados por la URSS

Dedicado al mercado norteamericano, británico y desde hace algunos años al japonés, en 2017 el barco sufría un muy significativo reacondicionamiento además de cambiar su anterior nombre por el de Ocean Adventurer.

Con esta intensa biografía, este buque que ya ha cumplido los 44 años de vida en la mar realizaba hoy una recepción con autoridades para celebrar su primera escala malacitana con este nombre. Un veterano que esta tarde seguirá viaje con algo menos de 50 pasajeros con destino a Sevilla.