Como si fuera ayer, la calle Madre de Dios vuelve a agrietarse, a tener sus baldosas levantadas. Desde que fue objeto de una importante obra de reurbanización en 2010, tras una inversión próxima al millón de euros, la céntrica vía malagueña vive casi sometida a un constante parcheo, a una reparación de sus heridas. Hasta la fecha se cuentan del orden de tres o cuatro operaciones en las que la Gerencia de Urbanismo ha tenido que asumir su saneamiento.
Y como todos los intentos han resultado infructuosos, el departamento municipal ya tiene en previsión intervenir de nuevo sobre el eje. Así lo confirmó el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien precisó que la intención es arrancar los arreglos precisos en Madre de Dios una vez superados los eventos del Festival de Cine y la Semana Santa.
La pretensión es acometer esta labor coincidiendo en el tiempo con los trabajos de reparación del lateral oeste de la Plaza de la Merced, también afectado desde meses atrás por los problemas de desnivel ocasionados por el paso de tráfico. La intención es que esta intervención sea de calado suficiente para levantar la calle y subsanar los problemas de base de Madre de Dios, que parecen estar detrás de la repetición en el levantamiento de la solería. A ello contribuye la circulación de vehículos pesados que transitan por la vía, propio de las numerosas obras que se acometen en la actualidad en el casco antiguo.
Antes, según comentó, se actuará de manera superficial en aquellos puntos en los que los daños sean más acusados. Desniveles que provocan situaciones de riesgo no solo para los peatones, sino también para los conductores de motos y ciclomotores que circulan por esta vía.
Uno de los interrogantes que tendrá que responder Urbanismo es si se opta por mantener la actual solería o se prefiere un cambio radical, tratando de emplear un material más adecuado para el paso de vehículos. De inicio, la intención del ente municipal es el de no alterar la estética actual de la calle. La sombra de duda que se cierne sobre esta calle es lejana en el tiempo. De hecho, apenas meses después de que se reinaugurase, la empresa adjudicataria tuvo que realizar ciertas mejoras para evitar los resbalones de los viandantes.
En el caso del lateral oeste de La Merced, el problema sigue pendiente de resolver desde hace casi un año. Fue en marzo del año pasado cuando Urbanismo activó la licitación de los trabajos de subsanación de los socavones aparecidos. Tras la formalización del contrato con la constructora Probisa Vías y Obras en junio del año pasado, los trabajos siguen sin acometerse. En este caso concreto, a los pocos meses de la ejecución de la reurbanización de este punto de la plaza "se empezaron a manifestar las primeras patologías del firme adoquinado, fundamentalmente deformaciones verticales en las zonas de rodadas".
"Cada año que pasaba, la magnitud de las patologías se iban incrementando", exponían los técnicos de Urbanismo en el expediente de licitación, en el que se informa de que a primeros de 2016 se encargó un informe con objeto de esclarecer las causas que pudieron dar origen a estas deformaciones.
Para ello, se llevó a cabo una campaña de reconocimiento del terreno, concluyéndose que "la causa principal de las patologías eran los asientos de consolidación producidos por los rellenos de apoyo del firme". La actuación fue adjudicada en unos 120.000 euros, con una rebaja de 38.000 euros respecto al valor inicial.
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