Una Cabalgata de Reyes Magos; una torre en el Puerto, en el dique de Levante, que sirva de hotel, hermosísima, de al menos 150 metros, que deje la Farola hecha una piltrafa y destruya para siempre el paisaje más reconocible de Málaga; una cita a ciegas con Vladimir Putin; una sesión de psicoanálisis con un especialista jungiano; un bote de tres litros lleno de perfume de pachuli; un auditorio en el Muelle de San Andrés; un museo para Miguel Berrocal; un museo para Eugenio Chicano; un café en el Samoa con Eugenio Chicano; un recital de poesía sin poetas; la solución financiera al modelo digital para el periodismo; una nevera; un gofre de feria con chocolate y nata; un gato Maine Coon al que pueda llamar Rasputín; la destrucción de la réplica de la Mundial junto al hotel de Moneo; un área de esparcimiento con barbacoas en el cauce del Guadalmedina; un mariposario en el Cerro del Villar; una pista de aterrizaje para naves de Alfa Centauri en el Campamento Benítez; una estantería de Ikea; una siesta de dos horas; un almuerzo con Peter Sloterdijk en José Carlos García; un manuscrito inédito de Shakespeare en el fondo de una bañera; una tarde de cine en el Albéniz; una bolsa de tortas de Algarrobo; un viaje relámpago a Novgorod; un cuadro del CAC Málaga; un puesto de artesanía en el Muelle Uno; una conferencia de Fernando Arrabal en la parroquia de Stella Maris; la primera mascarilla de Francisco de la Torre; un bar abierto; un Mercadona frente a Intelhorce; una Exposición Universal sobre el turismo inteligente; el dedo índice de la mano derecha de Rachmaninov en un chupito de formol; la reproducción del poema Ciudad del paraíso de Vicente Aleixandre en la cabeza de un alfiler; el pregón de Jesús Cautivo; un piso en una de las nuevas torres de Martiricos; una plaza de aparcamiento en Eugenio Gross; una parada del Metro en Fuente Olletas; un canódromo en Ciudad Jardín; un colibrí en una pecera; una escultura en honor a Tiburcio Arnáiz en la plaza de San Pedro de Alcántara; un ramo de flores en el Cementerio de San Rafael;

Una torre en el Puerto que destruya para siempre el paisaje más reconocible de Málaga

Un nuevo disco de Tabletom; la vacuna contra el coronavirus; una cámara frigorífica en el sótano del Museo de Málaga; un paseo por la bahía de Málaga con Juan Carlos Cilveti; un quitamanchas definitivo; una edición iluminada de Las mil y una noches; una noche en el Museo del Louvre; un turista británico en el Aeropuerto de Málaga; una convención sobre la castidad sacerdotal en la Plaza de Uncibay; una zambombá flamenca en el Teatro Romano con mostachones de Utrera; un brindis con Lola Flores; una radiografía de la columna vertebral de Ludwig Wittgenstein; un cochinillo segoviano; un abono para La Cochera Cabaret; una partida de ajedrez con Chantal Maillard; dos entradas para la Filarmónica de Nueva York; una cerveza con Elon Musk en el Okey; la demostración irrefutable de la teoría de cuerdas; una escultura en honor a Dani Rovira en la Sociedad Protectora de Animales; una competición de pesca en Pedregalejo; la urbanización completa del Parque Natural de los Montes de Málaga; una cabaña con goteras en la Sierra de las Nieves; un paseo en bicicleta por el Caminito del Rey; un chuletón de buey en Sayalonga; el primer rosario de Santa Teresita de Lisieux; un apartamento en La Térmica; una autopista de peaje en el Muelle Heredia; una campaña publicitaria de Netflix en la Catedral; un restaurante con tres estrellas Michelin en Lagunillas; un zoológico en el Parque del Norte; un concierto de Mariah Carey en el Teatro del Soho; el desmantelamiento de los Asperones y el realojamiento digno de todos sus vecinos; una librería en Cristo de la Epidemia; el regreso de la fábrica de Donuts a Málaga; una procesión extraordinaria; unas gafas para la vista cansada; la gala de los Premios Goya en la sala Maynake; la gala de los Premios Goya en el Nerva; la gala de los Premios Goya en el Pimpi Florida; un bosque urbano para Málaga; un alumbrado navideño en la calle Larios con Antonio Banderas de anfitrión; un nuevo abrazo.