Málaga

Condenado a 15 años de cárcel por matar a su expareja para cobrar su pensión

  • El tribunal considera probado que le dio un fuerte golpe en la cabeza que le causó la muerte y colocó a la víctima de forma que pareciera que había caído por las escaleras

El ciudadano danés acusado de matar en 2016 a su esposa -de la que llevaba 20 años separado pero no se había divorciado- en Fuengirola con la intención de cobrar su pensión y unas acciones ha sido condenado por la Audiencia de Málaga a 15 años y un día de prisión por un delito de asesinato.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, también se condena al procesado, de 70 años, a indemnizar a los herederos de la víctima en 100.000 euros.

De acuerdo con el veredicto del jurado, el tribunal considera probado que el acusado se presentó después de las 19 horas del 11 de febrero de 2016 en casa de su expareja y cuando ella se encontraba de espaldas, le dio un fuerte golpe con un objeto contundente en la parte posterior de la cabeza que le causó una herida que le produjo la muerte.

Después colocó a la víctima "de forma que pareciera que había caído por las escaleras", limpió la vivienda para "borrar cualquier vestigio que le pudiera incriminar", se deshizo del objeto empleado para golpearla, así como de la ropa que llevaba puesta y borró de su teléfono móvil las llamadas y mensajes efectuados.

También se acredita que la víctima había recibido recientemente un dinero procedente de la venta de acciones y percibía ingresos por dos pensiones (una estatal y otra privada) que eran "muy superiores" a los del acusado, que solo tenía una pensión de unos 750 euros.

El pasado 28 de septiembre, tras conocerse el veredicto, el magistrado presidente del tribunal ordenó el ingreso en prisión de este hombre, que se encontraba en libertad provisional.

El fiscal había solicitado 25 años de prisión para el acusado, mientras que su defensa pidió la libre absolución y anunció que recurrirá la sentencia y el auto de prisión.

Durante el juicio popular, el procesado mantuvo su inocencia y alegó que, al llegar al domicilio, su expareja, con la que no convivía pero con la que mantenía una buena relación, ya estaba muerta.

Los investigadores y los forenses mantuvieron que todo apuntaba a que el hombre simuló la caída de la mujer por la escalera, pues se encontraron restos de sangre en la parte superior de la vivienda, en la habitación, en la cama y en el cuarto de baño.

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