Málaga

Desescalada Málaga: El miedo al virus provoca que pacientes no vayan al médico o rechacen operarse

  • La afluencia no se ha normalizado en Urgencias, hospitales y centros de salud

  • Sanitarios instan al uso adecuado de la sanidad y a ir si es necesario porque los centros son “seguros”

Un pasillo de un ala de hospitalización del Hospital Clínico.

Un pasillo de un ala de hospitalización del Hospital Clínico. / M. H.

Ahora que los centros sanitarios intentan avanzar hacia la nueva normalidad y retomar la asistencia aplazable –que paralizaron para centrarse en los pacientes con coronavirus– están constatando una realidad inusitada: el miedo al contagio lleva a muchos enfermos a rechazar someterse a una operación, a negarse a ir al médico de cabecera y a acudir a Urgencias.

Las reticencias no son tan fuertes como semanas atrás, en el pico de la pandemia, pero todavía persisten. Frente a estos temores, el mensaje de los sanitarios es claro: se debe hacer un uso adecuado y racional de cada nivel asistencial y acudir al médico siempre que sea necesario, sin preocupación, porque los centros son “seguros”.

“La gente todavía tiene pánico y prefiere no pasar por el quirófano. Sobre todo, cuando se trata de operaciones no graves y de patologías que no le ocasionan dolor”, comentaba una enfermera del Clínico.El jefe de Urgencias de este hospital y el del Valle del Guadalhorce, Eduardo Rosell, da fe de que estos temores también se traducen en una menor afluencia a estos dispositivos. Estima que, a grosso modo, durante el periodo más crítico de la pandemia, la asistencia a Urgencias de su hospital cayó un 80. Aunque la situación se va normalizando, aún no registra los niveles previos a esta crisis sanitaria. Explica que en el Clínico había una media de entre 400 y 500 urgencias diarias “y ahora son unas 300”. Cree que la resistencia a acudir al hospital es porque, equivocadamente, se ve como “un posible foco” de contagio.

Un estudio de mediados de abril de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología alertaba de una caída del 56% de los infartados en su afluencia a Urgencias durante las peores semanas de la pandemia. Estos especialistas llegaron incluso a lanzar a través de la prensa el mensaje de que “es más peligroso un infarto en casa que el riesgo al coronavirus por ir a un hospital”.

Personas con ictus, apendicitis y otras patologías demoraban tanto en casa para salir hacia el hospital que llegaban muy deteriorados. La situación impulsó a los centros a propiciar entrevistas de prensa con profesionales para que informaran de que los centros sanitarios son espacios seguros. “Hay más riesgo de contagio un sábado por la mañana en un supermercado, que en un hospital”, llegó a afirmar un gestor. Rosell señala que “al principio hubo bastante, bastante miedo” a acudir a Urgencias. “Pacientes con ictus, infartos o anginas de pecho han aguantado mucho antes de venir. Ahora, con la desescalada va aumentando la demanda de asistencia”, pero añade que la situación aún no se ha normalizado.

Aprovecha para insistir en el mensaje de que al hospital no hay que ir por cosas banales. “No hay que venir por un resfriado o un cortecito”, pero hace hincapié en que los hospitales son seguros. “Tenemos medios técnicos y formación”, sostiene. Los centros sanitarios, debido a la pandemia, han creado dos circuitos diferenciados para pacientes con y sin Covid, precisamente para atajar la propagación del virus.

Médicos alertan que tan peligroso es el contagio como la falta de ejercicio y el sedentarismo

Reflexiona que de esta realidad la ciudadanía debería aprender la lección de hacer un uso adecuado y racional de los diferentes niveles asistenciales. “Y no hay que venir al hospital pensado que es como la cola del supermercado [que es por orden de llegada]. Aquí la prioridad la marca la gravedad”, aclara. Pero Rosell es escéptico y cree que cuando pase la pandemia, la gente se olvidará y volverá a acudir a las Urgencias hospitalarias por cuadros clínicos banales. “Esto es un lujo que tenemos en España y se usa con mucha alegría porque no cuesta dinero y te hacen todas las pruebas”, sostiene.

Carmen González, portavoz de ¡Basta Ya! y médica de Atención Primaria, confirma que también los centros de salud registran menor afluencia por temor al contagio. “Hay gente que se ha negado a venir, sobre todo al principio”, comenta. Dado que estos facultativos intentan resolver muchas consultas por teléfono, si ven que es necesaria una cita presencial informan al paciente de que debe acudir. Aún así hay muchos que todavía se resisten.

“Cuando hablamos con ellos por teléfono en la teleconsulta, si hace falta que vengan, intentamos convencerlos de que lo hagan y la mayoría nos hace caso. Pero hay personas, sobre todo mayores, que todavía no han salido a la calle pese a la desescalada”, asegura González. E insiste en que “también la falta de movilidad es contraproducente”. Recuerda que ocasiona pérdida de habilidades, de resistencia física y de equilibrio, además de ganancia de peso...

Matiza que mucha gente joven ha hecho ejercicio en casa durante el confinamiento, pero gran parte de las personas mayores no. Recalca que precisamente estas últimas suelen padecer patologías en las que mantener la actividad física es muy importante.

González recuerda que así como los hospitales han hecho dobles circuitos en UCI, hospitalización y Urgencias, también los centros de salud los han establecido. Las entradas se han ordenado con mesas, sillas u obstáculos para obligar a los usuarios a pasar ante profesionales que los separan según su cuadro sea una patología general o un posible caso de coronavirus. En definitiva, que también la Atención Primaria es segura.

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