"No puedo estar más arrepentido"
Tribunales
El acusado de la muerte de su ex pareja Estefanía y del hijo de ambos, Aaron, en la barriada de la Luz en 2013 reconoce los hechos. Se conforma con los 43 años que solicita la Fiscalía.


"Destrozado" y "arrepentido", el acusado por los asesinatos de su ex pareja Estefanía y el hijo de ambos Aaron en La Luz, reconoció ayer todos y cada uno de los delitos de los que se le acusa. "No puedo estar más arrepentido", aseguró durante su declaración en el primer día de juicio, en la que pidió perdón a la familia de su ex pareja y a la suya propia, de la que dijo que se encuentran "amenazados y perseguidos". Las disculpas la hizo extensibles a todo aquel que haya podido sentirse "ofendido o dañado" por sus actos. Miguel Ángel G. G. relató que "aislado 20 horas al día en una celda, da mucho para pensar" y que el daño que ha causado "ya no lo puedo arreglar". "He quedado destrozado y he destrozado a dos familias enteras", llegó a decir.
El procesado mostró su conformidad con la petición de cárcel y con el relato de los hechos planteados por la Fiscalía de Violencia de Género y la acusación particular, ejercida por la familia de Estefanía. Lo acusan de dos delitos de asesinato, uno de coacciones, otro de malos tratos habituales, cuatro delitos de lesiones, y de atentado a los agentes de la autoridad en el momento de la detención. "No he venido a discutir por los años"; "no puedo arreglar ya nada", aclaró ante la magistrada; la fiscal delegada de Violencia contra la Mujer, Flor de Torres, y los miembros del jurado popular que lo juzgan. Por lo que una vez que aceptó el planteamiento inicial, el interrogatorio de la juez se limitó a unas pocas preguntas al respecto sobre las que Miguel Ángel respondió con un obediente "sí señoría". La Fiscalía solicitó inicialmente 51 años de prisión por todos los delitos, pero ayer rebajó su petición a 43 años, ante la conformidad y el arrepentimiento del acusado.
La fiscal explicó que Miguel Ángel y Estefanía iniciaron una relación sentimental en el año 2006, a la que ella decidió poner fin en julio de 2013, porque "se siente maltratada" después de años de rupturas y reconciliaciones en los que el acusado coartaba su "libertad de decisión y movilidad". "Pero sólo pudo disfrutar de su libertad tres meses, porque el 22 de septiembre es asesinada" al igual que el hijo de ambos "una vez que ve cómo mata a su madre". La intención de acabar con su vida, insistió De Torres, se remonta al 14 de septiembre, fecha en la que Miguel Ángel le mandó a un amigo un mensaje de móvil en el que le decía: "Estefanía se libra por mi Aaron, si no es por mi Aaron, la mataba. En la noche del 22, el procesado fue al domicilio de su ex pareja y su hijo y se inició una discusión. Y "con el decidido e inequívoco afán de terminar con su vida", asegura la Fiscalía, en un descuido de la víctima, la hirió con un arma blanca en el cuello, tras lo que consiguió derribarla y causarle la muerte por asfixia.
El niño fue sorprendido por el padre, por lo que le obstruyó los orificios respiratorios con la mano, ocasionándole la muerte. Después, el acusado puso en la cama a las dos víctimas y se recostó, hasta que horas después, los padres de ella acudió a la vivienda. Fue entonces cuando, según el Ministerio Público, el acusado los agredió. La fiscal puso ayer especial atención ante los miembros del jurado en que se trata de dos asesinatos vinculados a la violencia de género, lo que supone" un atropello a los derechos fundamentales".
El juicio continúa hoy con informes periciales y las conclusiones de las partes, tras lo que se dará el objeto del veredicto a los jurados y empezarán a deliberar.
Fuertes medidas de seguridad para una sesión sin apenas público
Los episodios anteriores en el barrio de La Luz hacían prever una primera sesión de juicio en la que podría repetirse la tensión entre la familia y vecinos de la barriada y el acusado. Sin embargo, la estampa final difirió tanto de lo planeado que por momentos hubo más presencia policial en la sala que público. Sin tener en cuenta a los periodistas, apenas media decena de personas asistieron a la declaración del acusado. El inicio del juicio con jurado coincidió, además, con el que hubiera sido el séptimo cumpleaños de Aaron, por lo que la familia de Estefanía y demás los más allegados evitaron asistir. Fue en febrero de 2014, cuando La Luz vivió los peores momentos, en la reconstrucción de los hechos para la que fue trasladado el acusado. Miguel Ángel tuvo que salir del domicilio de Estefanía fuertemente escoltado por la Policía Nacional, pero acabó encarándose con los vecinos, que subidos en el coche policial, intentaron agredirlo. Durante la reconstrucción de los hechos, se encaró con los vecinos.
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