Málaga CF

La resurreción de Renato Santos

  • El portugués ha mostrado su mejor versión de la mano de Víctor

  • Suma dos goles en sus últimos cinco partidos

Las fotos del Málaga CF - Zaragoza

Las fotos del Málaga CF - Zaragoza / Javier Albiñana

Desde la llegada de Víctor Sánchez del Amo, si hay un jugador que se ha visto claramente beneficiado, ese es Renato Santos. Desde el aterrizaje del técnico madrileño en La Rosaleda, una de sus primeras decisiones fue la titularidad incuestionable del portugués. Venía de un mes ausente en los planes de Juan Ramón Muñiz. No jugaba con la blanquiazul desde el 18 de marzo. Un mes después, con Víctor ya en el banquillo, titular indiscutible, no ha salido del once inicial desde entonces.

La de Renato Santos es una resurrección. Dejado en el ostracismo de la mano de Muñiz, el cual confió en sus primeros esbozos de lo que sería su Málaga, fue recuperado para la causa por Víctor. Parece que funcionó ese trabajo psicológico con el que tanto percute el madrileño. Insiste en ese apoyo mental con todos y cada uno de sus jugadores pero parece que en el luso caló hondo desde el principio.

Renato fue uno de los más destacados en el estreno del Málaga de Víctor. Era la primera toma de contacto con el nuevo estilo que quería implantar el técnico, donde los extremos sufrían el cambio más importante con respecto a Muñiz, determinantes en la profundidad del equipo. El portugués fue el elegido por la derecha, con Ontiveros en el otro costado, y pronto se vio qué quería el entrenador de él: su habitual insistencia en la presión, muy generoso con sus compañeros, y percutir una y otra vez por fuera en busca del centro –aquel día puso 10 (cinco buenos)–.

Pero aquella noche la recordará por su gol, el primero con la elástica blanquiazul. Se asoció a la perfección con Gustavo Blanco y éste le dio la que sería su sexta asistencia –lleva siete–. El resto fue un gesto de mucha clase por parte de Renato. Ante la salida del meta Dani Jiménez, el luso picó el esférico y, tras chocar en la madera, hacía el 1-3. Era el primero en su cuenta esta temporada y el pasado viernes en La Rosaleda, hacía su segundo.

Llevaba un mes sin jugar con Muñiz y el madrileño apostó por él desde el primer momento

El logrado ante el Zaragoza fue de suma importancia por el momento y lo que significaba. No era fácil el gesto, con su pierna mala, la zurda, logró rematar un balón de primeras que venía muy tapado tras el intento de cabeceo de Blanco Leschuk. Pese a ello, el portugués la empujó al fondo de la red empatando el partido y reforzando la moral del equipo tras el descanso. Tras el gol todo fue rodado. Llegó el tanto de Gustavo y Adrián agarró con fuerza los tres puntos en La Rosaleda, los máximos goleadores del equipo.

El portugués también ha ido de menos a más. Si bien es cierto que arrancó fuerte con aquel gol en Santo Domingo, su importancia en el equipo y para Víctor ha ido hacia arriba. Se puede ver en los minutos que le está dando el técnico, que comenzó otorgándole 70’ y en los dos últimos envites, uno lo jugó completo y en último salió del campo a falta de diez para el final.

Renato Santos parece encontrarse mucho más cómodo con el esquema actual, más enfocado en lo ofensivo pero sin olvidar el empuje como primer línea de presión. El portugués es más lúcido pegado a la línea de cal y actúa más disperso por dentro, aunque ha mostrado frialdad y comodidad cada vez que pisa el área. Víctor ha encontrado en él una pieza determinante para sus planes, pese a los numerosas opciones que ofrece la plantilla blanquiazul, con hombres como Alejo, Hicham, Pacheco o Mula, el madrileño tiene plena confianza en el ave fénix blanquiazul.

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