Málaga C.F.

Málaga CF - Algeciras: Reyes del sufrimiento (2-1)

Celebración con Pellicer tras el 1-0

Celebración con Pellicer tras el 1-0 / Carlos Guerrero

El Málaga ganó al Algeciras y cerró el año natural como pretendía. No va sobrado y es el rey del sufrimiento. Le crecen los enanos y aun así resiste y suma. Habría que ver cómo se desenvolverían los demás con las cartas que le está tocando jugar. Pudo ser un empate, pero también puso ingredientes para una goleada de escándalo. Merece este equipo que se le valore con justicia.

No sólo ha frenado la caída tras perder la categoría, el Málaga está sobreponiéndose a todo y se abraza (no sólo en el gol de Pellicer) con tanto alivio como cariño. Tiene el germen de un equipo que acaba llevándose el gato al agua aunque por momentos parezca perdido o sobrepasado. Con un grupo de niños se sostuvo ante un Algeciras que sabe de qué va la Primera RFEF. No es baladí. 

Necesita estos días de descanso como el respirar. Para ordenar ideas y planear qué hacer con la plaga de lesiones (no es algo fortuito, se pagan recortes en el fútbol de los que avisó Pellicer en verano) y cómo apuntalar la plantilla porque 2024 va a pedir mucho más. Le toca a Loren Juarros encontrar refuerzos sin romper el equilibrio de un vestuario que demuestra una cohesión que no tiene desde hace más de un lustro. Pero tiene razón el director deportivo en que La Academia es el tesoro.

Al Málaga parecía que se le volvía todo en contra cuando para colmo de sus males físicos veía caerse a Juanpe en las horas previas y también Víctor García en el calentamiento. Pero el fútbol es así, con siete canteranos si se incluye a Dani Sánchez, se presentó en La Rosaleda, donde estaba atascado desde hacía semanas. Y asombró en la primera parte, en la que para el Algeciras fue un verdadero regalo irse con un solo tanto de desventaja.

Fue un frontón continuo la zaga algecireña, con el portero inspirado y negando varios goles cantados. El vendaval del Málaga sopló desde el arranque, con los jugadores extraordinariamente motivados y con ganas de dedicar un triunfo a su entrenador tras la reciente pérdida de su padre.

Roberto pidió un penalti a los 13 minutos de partido pero el colegiado cordobés Camacho Garrote no lo entendió así. Era el anuncio de una dirección de partido poco casera y en la que cayeron sendas tarjetas rigurosas a Galilea y Dioni Villalba. Pero el Málaga andaba a lo suyo.

En el 17’ Kevin sirvió un gran centro a Izan Merino, que disparó con el borde interno y se le marchó alta por muy poco. Sí definió con exquisitez Gabilondo, que llevaba todo el campeonato rondando el gol. La asistencia fue de Dani Sánchez, rasa y al punto de penalti, eficaz y ortodoxo. Y no estaba en la lista de titulares inicial. Fútbol.

El lateral vasco centró a Roberto dos minutos después y Juan Rodríguez hizo de muralla. El 2-0 se mascaba en el estadio. Luego fue Murillo quien sirvió desde el flanco derecho, Galilea prolongó de tacón y Turrillo pidió turno para salvar otra más.

Dioni también andaba con las musas juguetonas. Control de lujo, amago y recorte mejores aún y disparo con la menos buena que el cancerbero rechazó. El Algeciras no podía hacer sino defenderse de cualquier manera. Lucho frustró otra vez a Dioni y Larrubia en una triple ocasión. No sería la última, porque al fiolo del descanso negó a Izan por dos veces (una de cabeza y el posterior rechace con la derecha) un gol que habría sigo la guinda para una primera mitad asombrosa para un chaval de 17 años que apenas había jugado con el primer equipo pero que completó 45 minutos de ida y vuelta que venían a confirmar por qué la insistencia del Real Madrid en firmarle este mismo verano.

Se empañó todo camino al túnel de vestuarios cuando el colegiado expulsó a Genaro e Iván Turrillo, lo que llevaba la segunda parte a un escenario peligroso. Y tanto que lo fue. En el 10 contra 10 el Algeciras logró ganar metros y el Málaga se sintió más incómodo, aun así logró bloquear a su rival y darle otro zarpazo.

Roberto, que mandó un disparo de zurda al palo un buen rato antes, tenía ganas de gol. Aprovechó un servicio de Gabilondo para adelantarse a su par y marca con la punta de su pie izquierdo. Pero el 2-0 no era el final, más bien el comienzo de otro mini partido de un sufrimiento atroz.

Porque parecía estar todo medianamente controlado hasta que Dioni midió mal una entrada y se fue expulsado. Nueve para diez y los de Lolo Escobar por fin abrieron la lata merced a un tanto de Pimienta –recién entrado y debutante en la categoría–, que definió de maravilla ante Herrero. El cancerbero falló en una salida en el 94’ que habría sido el 2-2 de no ser por Galilea. El vitoriano, bajo palos sacó el esférico y La Rosaleda pudo respirar de alivio y cerrar 2023 con una victoria anhelada, necesaria, justa y que se le debía a Pellicer. 35 puntos. De no ser por el ritmo de Castellón e Ibiza, su velocidad es de campeón. Con sus luces y sus sombras, sí, pero con un contexto complejo del que no era fácil salir ileso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios