El Málaga no se volvió vacío del Heliodoro Rodríguez López, que no frecuentaba desde hace una década. Un botín de un punto y el regreso de Javi Ontiveros, 22 días después. Juan Ramón Muñiz recupera el desequilibrio del marbellí, el verso suelto de esta plantilla.

El extremo regresó tras superar un esguince en la rodilla derecha. Tres partidos estuvo fuera. "Contento con los minutos, también de volver y jugar como jugué", decía el futbolista en zona mixta, mientras relataba este proceso de recuperación en la sombra: "Parecía que no era tan grave, pero fue más de lo que pensaba. Tuve un tratamiento de tres semanas y lo llevé lo mejor posible".

Ontiveros salió a 20 minutos de la conclusión para agitar. "Me dijo que trabajara en defensa y encarara cuando pudiera", reconocía sobre las instrucciones de Muñiz, mientras desgranaba las causas del empate frente al Tenerife: "El equipo estuvo muy rocoso, pero faltó solucionar arriba".

Antes de la lesión, el 17 blanquiazul había perdido cierto protagonismo en los planes del gijonés. Sumaba varias suplencias, en un técnico que siempre padeció dudas en los nombres y apellidos de las bandas. "Todos los jugadores estamos atentos para cuando nos dé la oportunidad Muñiz y aprovecharla, así lo estamos haciendo", admitía Ontiveros, que no se obsesiona con su bajo promedio de cara a meta rival: "El gol es lo de menos, cuando meta el primero llegarán los próximos".

El malagueño ya mira al partido frente a la UD Almería y llama a La Rosaleda. "Que sea un fortín. Que el empate lo hagamos una victoria, todos juntos somos más fuertes", terminaba Ontiveros.