La pasada semana se celebró el Día Sin Coche, una iniciativa que pretende concienciar sobre el uso excesivo de este tipo de vehículos y su repercusión en el medio ambiente. Se fomentó el uso del transporte público regalando los billetes del autobús y se hicieron otro tipo de actos. Hasta ahí, perfecto. Pero, ¿era necesario cortar el paseo del parque todo el día a los vehículos que no fueran autobuses o taxis? Una cosa es hacer programas que permitan abrir la mente y otra liarla por liarla. El paseo de los Curas estuvo colapsado y la policía local no daba abasto intentando regular el tráfico. Digamos que si los coches contaminaron menos por la zona central del parque, el volumen de dióxido de carbono se concentró en el lateral, por no hablar de los rostros de enfado del personal que se tuvo que tragar caravanas importantes sin saber muy bien por qué. Y eso también contamina, sobre todo, a corto plazo, porque hay pocas cosas que causen más enojo y daño a la salud emocional en un ciudadano que estar un rato en cola escuchando los bocinazos de los demás.

Los días sin coche son bienvenidos. Pero hay que dejar la demagogia atrás. En lugar de cortar un día el parque y provocar un follón sería más necesario aparcar las disputas políticas y acabar de una vez por todas el Metro de Málaga. El día que el suburbano llegue por fin, al menos, hasta la plaza de la Marina habrá miles de personas que guarden de verdad el coche y se desplacen en este medio público porque a nadie le apetece, porque sí, estar una hora dando vueltas buscando aparcamiento o dejarse media nómina en un parking para ir a trabajar, hacer una gestión o comprar algo en el centro histórico.

En segundo lugar, también sería de recibo que se potenciara el uso de otro tipo de vehículos menos contaminantes como los eléctricos, gas o hasta de hidrógeno y, por otra parte, tampoco estaría mal que los ciudadanos no se tuvieran que jugar la vida con los coches en varias partes de la ciudad si deciden desplazarse en bicicleta y no contaminar. Si las empresas se concienciaran y habilitaran, por ejemplo, unas duchas, principalmente, para el verano, sería ya miel sobre hojuelas.

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