Divino centrismo

El PP más de centro ha sido el de José María Aznar y el PSOE más de derecha, el de Felipe González

El PP más de centro que ha habido es el de Aznar y el PSOE más a la derecha ha sido el de González, de 1993. Eso no lo digo yo, lo dice el CIS, que nos muestra como demasiadas veces la opinión publicada no tiene mucho que ver con la opinión pública. Desde 1984, el CIS pregunta a los ciudadanos por la ubicación ideológica de los partidos, cuán a la derecha o la izquierda los perciben, en una escala que va del 1, extrema izquierda, al 10, extrema derecha. En esa escala, lo más a la izquierda que ha estado el PP, según los ciudadanos, ha sido un 7,4, en el año 2000, con Aznar. Sí, con Aznar. En el CIS de ayer, por ejemplo, el PP de Rajoy se situaba en un 8,35, bastante más a la derecha. El PSOE de la gestora, tan acusado de connivencia con la derecha, recibió un 4,46, bastante cerca del centro teórico, el 5,5, pero aún a la izquierda. Curiosamente, no ha sido además el PSOE más a la derecha en el CIS, el de González alcanzó en el 93 un 4,88. Es decir, ese PSOE de González era percibido como más de derechas que el de ahora, y el PP de Aznar más de izquierdas que el de Rajoy, a ojos de los ciudadanos.

¿Y qué pasa con Podemos? Los españoles le han dado un 2,18, mucho más a la izquierda que el PSOE, pero más o menos igual de cerca de la extrema izquierda que el PP de la extrema derecha. Es decir, la gente no ve mucho más radical a Podemos que al PP, a pesar de que a Podemos se les acuse constantemente de peligroso extremismo y al PP se le alabe su moderado centrismo. Y es que se diría que a uno de los extremos se le atribuye más prestigio que al otro. Que un ministro jure ante un crucifijo se ve normal, pero que se levante el puño en el Congreso es un escándalo. Incluso ese mayor prestigio del escoramiento a la derecha se da entre los propios políticos de izquierdas. En Málaga, los líderes del PSOE no dudan en acudir a celebraciones donde se levantan cristos y vírgenes, aunque al alcalde no quepa esperarlo jamás donde se levanten los puños. Sin mencionar que vemos cada día como se presenta como catastrófico poner la economía en manos de la extrema izquierda, pero resulta aceptable, y hasta respetable, poner el empleo en manos de la Virgen del Rocío. Y eso a pesar de que cualquier centrista mínimamente moderado tiene muy claro que en Empleo lo haría mucho mejor Nuestro Padre Jesús Cautivo.

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