Crónica y resultado del UCAM Murcia-Unicaja de pretemporada

Síntomas inquietantes (88-74)

  • Nueva derrota del Unicaja, que vuelve a mostrarse muy inferior y pierde frente al UCAM Murcia

Deon Thompson lucha un rebote con Cate.

Deon Thompson lucha un rebote con Cate. / ucam murcia

Puede perderse lógicamente con el Valencia Básket, también con el UCAM Murcia. Más en pretemporada. Nadie ganó títulos en septiembre. Pero hace bola esta versión del Unicaja, por más que pueda ser un accidente. En un equipo que se conoce entre él y conoce al entrenador. Y va más allá de la entendible falta de piernas a estas alturas. Hubo tramos de abandono, de dejadez. Eso sí es inaceptable, ahora y después. El asunto es que en Murcia a los malagueños no les llegó para competir. Y eso son síntomas preocupantes.

Cuesta aceptar que el jugador del equipo que más intensidad, energía y arrojo está poniendo en este doblete en Murcia sea Yannick Nzosa. Casimiro lo introdujo contra el Valencia Básket con el pescado vendido y ayer ya estaba en pista en el primer cuarto. Contagió sus ganas el congoleño, que tiene sus lógicas taras, no hay que olvidar que cuenta 16 años, pero está haciendo méritos. Poco después de entrar intimidó a Cate en dos canastas que tenía hechas y Mekel lo encontró cerca del aro. Esa canasta y dos triples de Waczynski recortaban mucho (27-24).

Antes había habido una sangría en el rebote (14-4, 25-13 a la media parte) y en la defensa volvía a haber autopistas. Los jugadores del UCAM se combinaban para anotar, con Strawberry especialmente acertado. Ahora era Bouteille, con dos buenas asistencias de Francis Alonso, el que aparecía con dos triples para volver a comprimir (36-33). Cerraron esa vía los locales, que despegaron de nuevo a lomos de Frankamp, un base interesante con dirección y puntos. Al descanso, mucho que remar (50-38).

No termina de entenderse que una plantilla con sólo un fichaje tenga estas lagunas colectivas. Las pretemporadas siempre hay que ponerlas en cuarentena, pero se ven jugadas inverosímiles. Lo que hace dos meses maravillaba, ahora inquieta. También algún problema de actitud individual, con algunos jugadores a medio gas, persiguiendo sombras. A varios le quitaban rebotes que casi tenía cogidos. Cuestión de ganas. No siempre se puede pulsar la tecla. La competición será la que ponga la nota, pero de Murcia se sale trastabillado. Quedan dos pruebas más aún.

Con el UCAM como un ciclón, con un baloncesto superior al de los cajistas, tampoco hubo muchas muestras de orgullo en los de Casimiro, que no acertó en ninguna de las piezas que movió en estos dos días. Apenas Alberto Díaz tiraba de coraje. Alzó la mano con 11 puntos Frankamp, que apunta muy bien. No hay que ir muy lejos para no encumbrar en septiembre, está el ejemplo de McCallum, pero se divisa un buen jugador ACB. Está la huella de Booker, que será alargada. El estadounidense, de 25 años aunque no lo aparente, disparó el marcador (70-50).

No se dejaron llevar los de Sito Alonso, que tiene un proyecto interesante para volver a ganarse prestigio en España. Hay inversión y capacidad para mirar hacia arriba. Tiene trabajo, pero el techo puede estar alto. Apretó para completar el cuadro (ganó todos los cuartos del partido) y así ganar su primer partido de pretemporada. Hasta debutó el pequeño de los Antetokounmpo. Más que olvidar, el Unicaja debe tomar nota, si es inteligente, de estas dos derrotas. Más que ello, preocupa alguna dinámica. El martes el Carpena vuelve a acoger un partido, esta vez la Copa de Andalucía. Espera el Betis, el único al que se ganó hasta ahora.

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