Unicaja

La gran obra de Fotis Katsikaris

  • El griego hizo un Bilbao Básket ganador y lo llevó a las cotas más altas en la historia de los 'Men In Black'

Fotis Katsikaris, manteado por los jugadores del Bilbao Básket.

Fotis Katsikaris, manteado por los jugadores del Bilbao Básket. / efe

Si el COVID lo permite, en una situación que se agrava en la ACB casi por horas, Fotis Katsikaris regresará este miércoles a Bilbao. Una lugar imborrable en la trayectoria del entrenador, que lo marcó de por vida personal y profesionalmente. Allí, en una ciudad que destaca por el Guggenheim, por tener uno de los equipos de fútbol con más tradición de España o por su gastronomía, construyó su mejor obra. Puso al club vasco en unas cotas inimaginables, sin duda las más altas de su historia. Llegó en 2009 y se marchó en 2013 y dejó una huella que aún se palpa. 

Casi un lustro donde cambió el panorama en Miribilla para ser uno de los mejores de Europa. Cogió al Bilbao Básket, que tuvo varios patrocinadores diferentes en esos años, en descenso y logró una metamorfosis que terminó con el club como subcampeón de la ACB. Un segundo puesto que también tocó en la Eurocup, donde fue nombrado mejor entrenador en la temporada 2012/2013. Pero seguramente el logro más grande son los cuartos de final que pisó en la Euroliga, donde el CSKA de Moscú los bajó a la tierra. Pero más allá de un rendimiento excelente en el parqué se provocó una comunión con la afición y un ambiente en Miribilla impagable. Había efervescencia y era habitual ver a más de 10.000 personas en los partidos de los Men In Black, como empezaron a apodar al equipo, habituado a gestas. 

No es el primer regreso del griego, que pasó por cinco clubes en España. Además de los vascos y el Unicaja, el Valencia Básket, Lenovo Tenerife y Herbalife Gran Canaria pasaron por sus manos. En aquella plantilla brillaban nombres con Marko Banic, Axel Hervelle, Aaron Jackcon, Kostas Vasileiadis, Raúl López, D'Or Fisher o Álex Mumbrú. Es el catalán el que ahora está en el banquillo del Bilbao Básket, uno de los héroes, ya fuera de la pista, de devolverlo de nuevo a la ACB. Era capitán general para Katsikaris, que ya le veía futuro con la pizarra. "Era un jugador muy competitivo, con mucho conocimiento del juego. En esa época ya le decía que iba a ser entrenador y él lo negaba. Tenía un feeling como jugador de ver cosas, de reconocer cosas, de dar su opinión. Está haciendo un buen trabajo y se ve que tendrá futuro brillante como entrenador", contaba el heleno no hace tanto. 

Una época en Miribilla, hoy también fortín de los MIB y donde han ganado sus últimos cinco encuentros, de la que el ahora entrenador del equipo malagueño tiene un recuerdo especial. "Aquello es irrepetible. Todo se basó en una relación muy honesta entre club, equipo, afición, yo… Aquello fue algo espectacular. Creo que me ayudó que, cuando estuve mal en el Aris, y siempre se lo digo a mi mujer, cuando vuelvo en avión de Salónica a Atenas y me encuentro a la prensa, no puedo ni respirar. En mi casa, en mi país. Y lo contrario en Bilbao, un respiro tan profundo, tan puro…", decía Katsikaris en una entrevista recomendable en SkyHook

"Es que aquello era algo más que baloncesto, como que te tenías que superar siempre a ti mismo, cada día y dentro de un grupo. Y eso es lo máximo que te puede pasar como entrenador, porque era algo de todos, hasta el utillero. No era en plan de que te lo pide Mumbrú, te llama Katsikaris, te dice no sé qué Arrinda… Era una cuestión de cada uno de nosotros, querer superarnos respecto al día anterior, y no hablo sólo de partidos", continuaba el técnico griego: "¿Sabes eso que se dice de que 'el cielo es nuestro límite', 'no tenemos techo' y demás? Vale, nos gustaría, pero es que eso nosotros lo hemos vivido de verdad. Ganábamos los partidos y no era en plan de guau, al día siguiente íbamos a entrenar, llevábamos cuarenta minutos de 5×5 y era lo mismo". 

Ese Bilbao Básket superó cualquier expectativa para colarse entre los ocho mejores de Europa. "logramos hacer un equipo para poder competir tanto en ACB como en Euroliga, lo cual no era nada fácil, pero hacemos una Euroliga espectacular. ¿Quién lo podía creer? Perdemos por 16 en Madrid, necesitamos luego ganar de más para pasar al Top 8, y ganamos por 24", explicaba Katsikaris: "Fue una Euroliga espectacular, la disfrutamos y la aprovechamos todos muchísimo. Siempre le digo a los jugadores, de cualquier equipo en que he estado, que si piensas cada día en mejorar, ser positivo, mirar por el equipo, ser buen compañero… Al final, sin querer y sin buscarlo, te beneficia mucho. Y te llegarán las mejores ofertas. Pero si estás todos los días con el yo, yo y yo, que si mis puntos, mis tiros y tal, no te va a llegar nada. Nada. Y de lo que pasó en Bilbao salimos todos beneficiados". Allí vuelve, si el COVID lo permite, Fotis Katsikaris. Un pabellón donde construyó su mejor obra. 

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