Unicaja

El punto más bajo en Europa en el siglo XXI

  • Se queda por primera vez desde el 2001 fuera de los 30 mejores equipos del continente

Los jugadores del Unicaja aplauden al final del partido frente al AS Mónaco.

Los jugadores del Unicaja aplauden al final del partido frente al AS Mónaco. / álvaro cabrera

El Unicaja terminó este martes una de sus peores temporadas en Europa, sin duda su punto más bajo en el siglo XXI. Un adiós temprano en el Top 16 de la Eurocup, donde aún no había caído en sus tres participaciones anteriores en el torneo. De aquí a junio sólo quedan por delante 13 partidos en la ACB, alguno más si consigue meterse en el play off por el título. Terminó el equipo malagueño con un balance de 8-8 entre las dos fases que disputó, con un equilibrado 4-4 entre el Carpena y los partidos a domicilio. Una campaña continental decepcionante que termina con el club de Los Guindos por primera vez fuera de los 30 mejores conjuntos de Europa. El dato es duro. 

No mereció más deportivamente el Unicaja, que tras hacer una correcta fase de grupos (donde no terminó primero del Grupo B) se diluyó. Un horroroso 1-5 en el Top 16 le hizo acreedor de la cuarta plaza del Grupo E y disputar dos encuentros ya como eliminado. No pudo competir cuando se empezó a jugar sin red y ni Luis Casimiro ni Fotis Katsikaris pudieron sacarle partido a una plantilla construida de manera deficitaria. Equipos con menos talento pero con más físico fueron inabordables. El duelo frente al Mónaco en Málaga es un ejemplo fidedigno. Es un recordatorio para grabarse a fuego si se quiere recuperar el lugar natural. Las palabras del entrenador griego, que se juega de aquí en adelante comandar el próximo proyecto, no son vacuas y no deben pasar desapercibidas. Malo es no estar entre los ocho mejores de la Eurocup, peor sería no aprender de este patinazo. 

Objetivamente es la eliminación más temprana en Europa en 20 años. Hubo temporadas de Euroliga que incluso terminaron en febrero (la 2003/04 y 2004/05 cuando la fase regular tenía 14 partidos) y otras a principio de marzo, pero ésta tiene un asterisco. Se habría terminado el 3 de febrero, incluso antes de la Copa del Rey, si no fuera porque la organización retrasó dos semanas el plan inicial para recuperar encuentros aplazados por la pandemia del COVID-19. No hay paños calientes para un curso donde se estuvo muy por debajo del mínimo exigible.

Y la sensación de pena es mayor porque no parece muy cara la competición este año. Hay una percepción clara de que el embudo es más grande que otros cursos para conseguir el billete de vuelta a la élite europea. El mes de enero fue fatídico y nunca se sabrá qué habría pasado si en Los Guindos hubieran movido antes las piezas del tablero. Sea como fuere, la Eurocup ya marca definitivamente la nota de junio. Difícilmente puede pasar del aprobado, más tras caer en cuartos de Copa, a pesar de la buena imagen. La ACB es ahora el pan del Unicaja y el chaleco salvavidas para acabar de manera digna una 2020/21 descorazonadora en la Eurocup. 

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