La familia Ruiz-Mateos ante la Audiencia Nacional

Ruiz-Mateos dice que volvería a crear Nueva Rumasa y exculpa a sus hijos

  • Se atribuye toda la responsabilidad de la gestión y asegura que responderá de la insolvencia de las empresas del grupo · El juez rechaza su ingreso en prisión tras negarse a responder preguntas

Estaba cantado. El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, se atribuyó ayer ante la Audiencia Nacional toda la responsabilidad en la gestión de las empresas del grupo, estrategia legal con la que el empresario jerezano pretende exculpar al resto de miembros de la familia imputados en la presunta estafa con la emisión de pagarés. El patriarca asume toda la culpa ante la dificultad de que ingrese en prisión por su avanzada edad y, de paso, exime a su familia -sus hijos Zoilo y Álvaro corroboraron ayer su versión con posterioridad- de posibles responsabilidades penales, señalaron fuentes jurídicas.

 

El patriarca de los Ruiz-Mateos, imputado junto a su esposa, sus seis hijos varones y un sobrino por estafa, administración desleal e insolvencia punible, se negó a responder a preguntas para limitarse a leer un comunicado de cuatro páginas en el que asegura que "responde" de todas las consecuencias derivadas de la insolvencia de las empresas de Nueva Rumasa y que cumplirá el compromiso de pagar a los inversores, a cuya disposición pone los derechos económicos de la expropiación que, según el empresario, le adeuda el Estado y sobre los que pesa un embargo judicial -ver información anexa-.

 

En su escrito, José María Ruiz-Mateos insiste en achacar el declive de Nueva Rumasa a la "crisis económica" y a que "un banco muy importante" -léase Santander- decidió por sorpresa reducir la financiación" de las empresas, lo que obligó a la familia a buscar financiación externa entre particulares con la emisión de pagarés.

Al término de su declaración leída, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid, Pablo Ruz, rechazó el ingreso en prisión de José María Ruiz-Mateos, medida cautelar solicitada por las acusaciones particulares ante su negativa a responder a sus preguntas, así como a las formuladas por el fiscal y su defensa.

 

Tras su comparecencia ante el juez, el patriarca de los Ruiz-Mateos declaró a la prensa que "me siento feliz, orgulloso y satisfecho de la obra que he hecho y volvería a hacerlo". El empresario calificó su declaración ante el juez de "estricta, rigurosa y severa" y excusó su negativa a declarar en la "falta de permiso" de sus abogados. "No es porque no quiera, es porque no me dejan", explicó el empresario, quien abandonó la Audiencia junto con su mujer, Teresa Rivero, quien declaró ante el juez durante cinco minutos para asegurar que "nunca" participó en las reuniones que mantenían su marido y sus hijos en la casa familia de Somosaguas.

 

Ruiz-Mateos y su mujer fueron escoltados por la Policía Nacional a su salida de los juzgados, a la que le esperaban un grupo de trabajadores de Clesa y Royne -dos de las empresas de Nueva Rumasa en suspensión de pagos-, a los que dedicó un saludo militar antes de subir al coche.

 

En cuanto a la comparecencia de los dos hijos varones del empresario citados para ayer -Zoilo y Álvaro-, éstos confirmaron la versión de su padre para asegurar que pese a figurar como administradores, se limitaban a ejecutar las instrucciones de su progenitor. De hecho, ambos afirmaron que el pasado 8 de septiembre acudieron a la firma de la venta de las empresas del grupo al empresario valenciano Ángel de Cabo en calidad de representantes legales porque su padre se lo pidió, aunque desconocían incluso quiénes eran los compradores.

 

Zoilo Ruiz-Mateos, el primogénito, atribuyó también a su padre la decisión de emitir los pagarés, operaciones que se llevaron a cabo cuando las sociedades del grupo aún eran solventes y con las que desveló que se captaron 200 millones de euros de un total de 2.500 inversores. Sus datos contrastas con la información recabada por la Fiscalía Anticorrupción, que tiene identificados a 1.017 inversores que depositaron 90,4 millones de euros, en los que se centra la causa abierta por la Audiencia Nacional, si bien habría que sumar a los que adquirieron pagarés hasta enero de 2011, con lo que la cifra podría dispararse hasta los 5.000.

 

Hoy están citados a declarar los otros cuatro hijos varones del empresario y su sobrino Zoilo Pazos Jiménez, administrador de la empresa Bardajera a través de la que, según declararon ayer Zoilo y Álvaro Ruiz-Mateos, el patriarca gestionaba "la caja única" de Nueva Rumasa.

 

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