Festival Cine Málaga

Marta Belenguer ('La Casa'): "Las mujeres tenemos un papel mediador esencial dentro de la película"

La actriz Marta Belenguer, en el Festival de Málaga

La actriz Marta Belenguer, en el Festival de Málaga / Javier Albiñana

Marta Belenguer ha sido la actriz encargada de dar vida a Olga en La casa, el nuevo largometraje del director Álex Montoya, que se ha estrenado este martes en el Festival de Cine de Málaga. Se trata de una adaptación cinematográfica de la obra homónima de Paco Roca, un cómic que lleva por título el mismo nombre del filme. La cinta hará su debut en los cines el próximo 1 de mayo.

La trama se desenvuelve en torno al dilema que enfrentan tres hermanos tras la muerte de su padre. Un año después de dicho fallecimiento la casa familiar donde crecieron se convierte en el punto de encuentro de la familia, y en el escenario de esta agridulce historia que abarca asuntos como el duelo al perder a un ser querido, los vínculos familiares o las implacables consecuencias del paso del tiempo.

-¿Qué papel juega Olga, su personaje, dentro de la trama?

-Bueno, yo creo que las mujeres tenemos un papel esencial dentro de la trama, tenemos un papel mediador. Somos las que ponemos un poco de sentido común. A veces se nos tacha de sensibles e histéricas, sin embargo, en esta película se ve como en realidad somos las cuidadoras, las que preservamos un poco el sentido de familia y ayudamos a los hermanos a estar conciliados. Intentamos que se dejen de lado las rencillas, esos vínculos que a veces se establecen en las familias donde se adquieren roles; uno es el bueno, otro es el malo y a veces es difícil romper eso. Tanto el personaje de Olivia como el mío aportamos una mirada desde fuera, como diciendo bueno, son cosas de familia, pero se pueden superar.

-La película aborda asuntos como la familia, la herencia y el paso del tiempo. Dada la temática de la cinta, ¿considera que hay algún mensaje o reflexión específica que espera que el público se lleve después de ver "La Casa"?

-Pues mira, es verdad que la pérdida está muy presente, pero creo que en el fondo el gran tema es el nido. Por eso se llama La casa, porque la casa es el nido, y el nido se vacía, para luego volverse a llenar. Los que somos padres entendemos ese síndrome del nido vacío, que es cuando los hijos se van. En esta película se ve como si el nido fuera una maraña de ramas e hilos que se va deshaciendo. Pero también está la posibilidad de que se vuelva a reconstruir. Y bueno luego cada persona, cada hijo de esa familia tiene otro nido que es su propia familia.

-¿Es algo con lo que se haya sentido identificada?

-Claro, los que somos padres lo vemos muy claro. Lo primero al ver la película es ponerte en el lugar del hijo, pero si te pones del lado del padre es muy fuerte. Piensas, ¡es que me va a pasara mí! Yo me dije, un día me va a pasar esto, mis hijos dejarán de venir a casa. Por eso creo que toca de cerca a los que tenemos padres mayores o que han fallecido, pero también a la gente un poco más mayor que ha vivido ese abandono por parte de sus hijos.

-Tras la muerte del padre, los hermanos deben afrontar decisiones difíciles sobre la casa familiar, entre otras cosas, ¿cree que esta situación es algo universal y que los espectadores podrán identificarse fácilmente con la trama?

-Totalmente. Paco nos decía que la novela gráfica se ha publicado en Turquía y cuando fue allí a presentar el libro él pensaba, ¿cómo se vivirá aquí? ¿Comprenderán el sentido de esta obra? Al final es una historia muy valenciana y muy española, sobre esa clase media, sobre unos padres que invirtieron muchísimo dinero, tiempo y esfuerzo en crear una segunda residencia, algo que dejarles a sus hijos en herencia. Pero en Turquía acabó entendiéndose perfectamente la esencia de la película, porque habla del paso del tiempo, de la pérdida, de los seres queridos, del abandono del nido, del hogar. Entonces creo que esos temas son universales y super reconocibles en cualquier sitio.

-¿Cómo influyó el cómic en la construcción de la trama y de su propio personaje? ¿Cree que la adaptación cinematográfica captura la esencia de la obra de Roca?

-Bueno, hemos intentado ser bastante fieles. Por ejemplo, los tonos del cómic son muy otoñales y eso se ha mantenido en la película, porque se muestra el otoño, las hojas que caen, y la estética en general está muy basada en el cómic. Y en particular mi personaje me gusta mucho, aunque no tiene nada que ver conmigo, porque es una señora más tradicional. Me gusta el hecho de llevar mi imaginación a otro tipo de persona que no soy yo. No sé si para Paco es fiel a lo que él quiso, pero yo siento que sí, que nos basamos bastante la estética del cómic para el vestuario y demás.

-¿Cómo describiría su experiencia trabajando en La casa? ¿Hubo algún aspecto del personaje o del rodaje que le resultase desafiante o gratificante?

-Lo que es desafiante es trabajar con Montoya, porque él es muy perfeccionista, tiene las cosas muy claras. Y luego no es un director de actores, es un director de montaje, y entonces a veces le cuesta transmitir lo que quiere. Al trabajar con él tienes que luchar contra el ego de que no te digan que está fenomenal lo que estás haciendo. Siempre te exige más, y tú a veces estás ahí, que no sabes muy bien lo que él quiere, pero es guay. Cuando entiendes su manera de trabajar y superas el ego, cuando entiendes que él es así, pues es muy guay y cuando ves el resultado ya ni te cuento.

-Tengo entendido que La casa no es el único proyecto que la ha traído al festival.

-Exacto, he venido con 3 proyectosLa casa, un corto de Lucía Jiménez a concurso que se llama El trono y una película fuera de concurso que se llama Por tus muertos, de Sayago Ayuso, con José Mota y Jorge Sanz. Y la verdad es que estoy muy contenta de venir al festival, hace muchos años que no lo hacía, y además con tanto trabajo y con 3 cosas tan diferentes que yo creo que bueno, pues me lo merezco también porque he currado mucho.

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