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Pilar Palomero: "Yo no era consciente de que dirigir podría ser un oficio"

Pilar Palomero, premio con el Málaga Talent en el Festival.

Pilar Palomero, premio con el Málaga Talent en el Festival. / Daniel Pérez

Pilar Palomero ha vuelto a ser premiada por el Festival de Málaga, en esta ocasión, con el Málaga Talent, galardón que se le ha otorgado en honor a su trayectoria como cineasta, y en palabras de Juan Antonio Vigar, director del festival, a modo de “pequeño impulso hacia una carrera que de momento cuentas con unos logros extraordinarios”.

Palomero cuenta todavía con una corta trayectoria a su espalda, y aún así llena de éxitos. No es la primera vez que la directora asiste al Festival de Málaga para recoger un galardón, sino que ya se desplazó hasta el sur de la península en la 23ª edición, un certamen que provocaría que su vida profesional y este festival “se vieran conectados en un momento muy específico y concreto de su carrera”.

La Biznaga de oro a la mejor película en el 23 Festival de Málaga, dos premios Feroz y cuatro premios Goya, entre los que cabe destacar el Goya a la mejor película y a la mejor dirección novel, son tan solo algunos de los muchos premios que ha recibido la cineasta, que cuenta con tan solo dos largometrajes como directora, y un tercero en camino.

Aunque la zaragozana ha admitido que “su primer amor fue el cine”, no se decantó por ello a la hora de elegir carrera universitaria, escogiendo en su lugar Filología Hispánica por presiones paternas. Con el tiempo, su pasión por la literatura desembocó en la escritura de guiones y la búsqueda de nuevos horizontes profesionales. “Yo no era consciente de que dirigir podría ser un oficio. Era algo que me planteaba casi como un sueño, lo veía como inalcanzable”, ha compartido.

No fue hasta que la aceptaron para estudiar en la Film Factory de Sarajevo de la mano del director húngaro Béla Tarr, que Palomero contempló el ser directora como una posible salida laboral. En ese momento lo dejó todo, su casa, su trabajo como docente en la universidad y puso rumbo a Bosnia. 

“A día de hoy, con todo el tiempo que ha pasado, puedo decir que fue una decisión magnífica. Yo creo que en Sarajevo fue donde, acompañada de Béla y de mis compañeros y compañeras, yo sentí que era cineasta. Entendí que es algo que va más allá de qué películas hagas o cómo las hagas. Es una cosa que está dentro de ti”, ha afirmado Palomero.

En lo referente a su primer largometraje, Las niñas, la artista ha confesado que la idea surgió de unos apuntes suyos de religión de 1992 que encontró por casualidad. A partir de la relectura de esos viejos papeles, nació el guión, la historia, y la idea de dicha obra.

“La historia de Las niñas, es algo que llevaba rondándome por la cabeza mucho tiempo, mucho antes de irme a Bosnia. No se me olvidará cuando llegue a Sarajevo en el año 2012, y en mi interior yo ya sabía que quería hacer las niñas, lo que todavía no sabía era cómo”, ha recordado Palomero.

Según ha explicado la cineasta, la mayor motivación para llevar a cabo dicho proyecto estaba en el hecho de compartir como sentía que había sido su educación, como había vivido su infancia. Sabía que al hacerlo “podría conectar con mucha gente”,  hablarles desde sus recuerdos y saber que iban a sentirse identificados con ella.

La maternal sin embargo, nació del deseo de Palomero de “entender una realidad que ella misma desconocía”, pero plasmando a la vez sus inquietudes, y su necesidad de reflexionar, en este caso, sobre el mundo de las madres adolescentes. Como trabajo de documentación previo, se dedicó a contactar con chicas que habían sido madres en su adolescencia, algo que ayudó a aportar realismo a sus personajes.

Durante la realización de este largometraje, la artista ha confesado que rodó la secuencia más importante que había rodado nunca, y a la que “más cariño” le tiene. La escena en cuestión retrata un momento íntimo, en el que las protagonistas comparten sus experiencias como madres adolescentes.

En cuanto a Los destellos, su último trabajo aún por acabar, lo único que ha podido adelantar Palomeros es que ha sido rodada durante el mes de noviembre en Horta de Sant Joan, el pueblo de su familia. También ha dado algún detalle respecto a los temas que abarca, especificando que “he volcado todas las cuestiones que me obsesionan sobremanera desde que tengo uso de razón”. Asuntos como el paso del tiempo, la memoria, lo que perdura, lo que desaparece, y las huellas que vamos dejando en la vida.

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