La farola

Estaciones de tren en Málaga con encanto y un paisaje perfecto

Vistas de la estación de tren en El Chorro, Málaga.

Vistas de la estación de tren en El Chorro, Málaga. / malaga.es

Es un medio de transporte especial. Durante el siglo XIX fue asentándose primero en diversas zonas industriales del país y desde entonces se ha convertido en uno de los medios de transporte más populares en diversos momentos del siglo XX. En la provincia de Málaga, los altos hornos y la actividad industrial de la zona se enfrentó al accidentado terreno de su geografía pasado el ecuador del XIX y la propia reina Isabel II de España inauguró la estación del tren de la capital en su visita de 1862. Dos años más tarde, la ciudad quedaba unida con Álora y en agosto de 1865, las ciudades de Málaga y Córdoba quedaban conectadas por ferrocarril con algo más de ocho horas de trayecto.

La demanda de carbón de los altos hornos malagueños y la extracción de ese mineral en el norte cordobés fue uno de los motivos para el arranque de estas obras que eran novedosas en todo el país y que conectarían otros puntos de Andalucía con la capital malacitana en años posteriores. El terreno en el interior de la provincia, aún hoy presenta dificultades para las líneas de alta velocidad, convirtió las obras en un gran desafío. También otra de las líneas de ferrocarril de la provincia malagueña que hoy en día mantiene estaciones con encanto y es un viaje por entornos naturales privilegiados fue complicada de construir. La línea Bobadilla - Algeciras se inauguró en la última década del siglo XIX y también tenía como objetivo comunicar zonas de extracción mineral y puntos como Ronda y su serranía que ganarían en visibilidad y capacidad para vender sus productos. De estas dos líneas históricas quedan aún estaciones activas, algunas abandonadas y otras sin uso. Muchas de ellas están en torno a lo que hoy en día son localidades no excesivamente pobladas y con un emplazamiento en lugares de alto valor ecológico. Son un punto de partida o de paso para una buena jornada.

Hay que tener en cuenta que lugares como Gaucín, Jimera de Líbar, Álora o la propia Ronda tiene estaciones ferroviarias con un sabor especial. Gaucín está en plena sierra, en el valle del Genal y no sólo es un gran lugar para visitar, también tiene gran cantidad de opciones naturales a su alrededor, como Jimera, donde el agua es protagonista, al mismo nivel que los bonitos paisajes de la localidad, asentada en un punto muy especial. Por su parte, Ronda suma muchos lugares para enamorarse de su trazado y pasado, una ciudad monumental que se conecta por ferrocarril desde finales del XIX. Todas sus estaciones son paradas tan recomendables como las que se tratan a continuación.

El Chorro

Está en un punto precioso de la provincia de Málaga, cerca del Caminito del Rey y Bobastro, en el pueblo de El Chorro y rodeada por el pantano del Tajo de La Encantada. Es una orografía complicada, que provocó la construcción de casi 20 túneles en sus alrededores. En funcionamiento desde 1865 como parte de la ruta entre Córdoba y Álora. Desde entonces funciona y hoy en día también hay trenes de medio recorrido que paran en ella. Es un lugar de referencia en torno al que se pueden trazar muchos planes y su emplazamiento es realmente precioso.

Cortes de la Frontera

Es una de las paradas de la línea Algeciras - Bobadilla que, en la provincia de Málaga, tiene varias paradas instaladas en lugares bonitos en torno a río Guadiaro. Esta tiene un encanto diferente, algo romántico y está en Cañada Real, un núcleo poblacional alrededor de la estación ferroviaria que está muy cerca de Cortes de la Frontera, una localidad que divide su término municipal entre las dependencias del parque natural de Grazalema y el de Los Alcornocales, todo un lujo para los amantes de la naturaleza. Además de ser un lugar casi perfecto para asentarse, Cañada Real tiene bastantes alojamientos rurales en los que alojarse y un sinfín de planes en torno a la naturaleza. Un lugar evocador, la estación se puso en funcionamiento en 1892.

Benaoján - Montejaque

Otra parada casi icónica que, además cuenta a su alrededor con nacimientos de agua y lugares en los que poder bañarse en el río Guadiaro. La bondad del agua y las cuevas espectaculares son dos particularidades de Benaoján que comparte esta estación con el cercano Montejaque, una localidad en la que la espectacular cueva del Hundidero es uno reclamo tal vez no muy conocido, pero que merece mucho la pena visitar junto a otras obras antiguas de su entorno como la presa del pantano abandonado de Los Caballeros. Otra estación de tren como referencia de lugares preciosos que en otoño tienen un punto muy especial en lo referente a la luz y el paisaje.

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